Wednesday, October 11, 2006

salon nacional de artistas

ANTECEDENTES DEL SALÓN
Hace 66 años, con Jorge Eliécer Gaitán como ministro de Educación, se inició en forma definitiva e institucionalizada la trayectoria de los salones colombianos. Los orígenes de este evento se remontan a finales del siglo XIX, cuando en el país se comenzaron a organizar exposiciones de arte a imitación de las famosas exposiciones y salones de arte que se realizaban en Europa. En Colombia, Alberto Urdaneta, rector fundador de la Escuela de Bellas Artes, y editor del Papel Periódico Ilustrado , organizó la primera gran exposición en 1886, bajo el nombre de Primera Exposición Anual de Pintura, Escultura, Arquitectura, Grabado, etc.

SALÓN EN LA DÉCADA DE LOS 40
El origen del Salón está ligado al espacio de la Biblioteca Nacional. Los primeros doce eventos se llevaron a cabo en esta sede de la Calle 26 de Bogotá. Era la década de los años 40 y fueron premiados artistas como Ignacio Gómez Jaramillo, Carlos Correa y Luis Alberto Acuña, entre otros. En promedio, participaban 50 artistas y predominaba la pintura. En 1943 se registra la menor participación de la historia de los salones: sólo 11 artistas integraron la muestra y no hubo premios. Como datos curiosos, se recuerda que Débora Arango fue censurada en el I Salón de 1940 y, ese mismo año, Enrique Grau recibió una mención.

LOS MODERNOS DE LOS 50´S
En 1957 se inicia el ciclo de exposiciones en el Museo Nacional de Colombia, en su sede del Panóptico de la Carrera 7ª, en Bogotá. La primera muestra del 57 reunió 72 nombres y dio paso a la generación de creadores modernos. En esta etapa, surgieron nombres como Enrique Grau, Eduardo Ramírez Villamizar, Fernando Botero, Alejandro Obregón, Edgar Negret, Pedro Alcántara, y otros.
En 1958, cuando apenas tenía 24 años, Fernando Botero recibió el primer premio de pintura con La Camara degli Sposi . Su participación inicial en los Salones Nacionales se remonta a 1952, durante el IX Salón. Tenía 19 años y obtuvo el segundo puesto, precedido por nombres que hoy dicen poco en el mundo del arte: Tito Lombana y Blanca Sinesterra, los primeros puestos de ese año.
Esta época marcó la apertura a las tendencias internacionales y una mayor conciencia del arte moderno. Los jurados comenzaron a ser figuras más profesionales y formadas como críticos, a diferencia de la década anterior, cuando los propios expositores premiaron en algunas ocasiones.
En 1962 Marta Traba fundó el Museo de Arte Moderno y el arte se volcó contra la violencia política que acosaba al país. Ese mismo año, Alejandro Obregón fue premio en el XIV Salón, con su pintura Violencia.
Durante la década de los 60, Eduardo Ramírez Villamizar fue el artista que conquistó el mayor número de reconocimientos. Fue primer premio en 1959, 1962, 1964 y 1966. Otro nombre que marcó esta década fue el de Pedro Alcántara Herrán, quien obtuvo el primer premio en 1963, 1966 y 1965.
Pocos artistas desconocen el valioso señalamiento que ha significado ser premio o mención en un Salón Nacional. Beatriz González, por ejemplo, reconoce que su segundo premio especial, en la categoría de pintura, en 1965, durante el XVII Salón marcó en forma definitiva su trayectoria: “a partir de ese momento, no volví a ser la misma”, confiesa.

DE FINALES DE LOS SESENTAS A LOS OCHENTAS
En 1966, el Salón traslada temporalmente su sede del Museo Nacional a la Biblioteca Luis Ángel Arango. “Soy espectador de un funeral”, declaró el jurado venezolano Juan Calzadilla en 1970, con motivo del XXI Salón. Durante esta etapa el salón perdió su capacidad autocrítica, se convirtió en un salón bienal y sin premios. Sin embargo, nacieron los salones regionales como un experimento interesante de descentralización.
Entre los artistas reconocidos, de aquellos años, figuran Carlos Rojas, premio en 1969 y 1973; Juan Cárdenas, John Castles y María Paz Jaramillo, 1974; Germán Botero, y Santiago Cárdenas, 1976; Ana Mercedes Hoyos, 1978, y Antonio Caro, quien obtuvo medalla y mención en los salones XXVI y XXVII, en el 76 y el 78, respectivamente.
El final de la década de los 70 marca una de las etapas más difíciles del evento. Los nombres reconocidos en las décadas anteriores dejaron de participar, y el Salón se convirtió en un espacio para las promociones emergentes. La crisis del Salón se observa claramente entre 1980 y 1985, cuando se interrumpieron las exposiciones parcialmente y no hubo ninguna alternativa que las sustituyera.

SALÓN PARA LAS NUEVAS TENDENCIAS
Con un nuevo ánimo se reinició la actividad del Salón Nacional en 1985. La nueva organización quiso retomar el objetivo inicial de convertirlo en un estímulo para las artes colombianas y la generación más joven supo aprovechar estas condiciones para transformar el salón en la vitrina de las nuevas tendencias. Al impulso renovador de los 80 se sumó el interés por mover el Salón a otras ciudades. En 1987, el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín brindó sus espacios para albergar las obras del XXXI Salón. Nombres como el de Doris Salcedo, primer premio con su instalación Sin Título , aquel año, y el de Luis Fernando Peláez, también premio en 1987, marcan este espíritu de cambio.

SALONES DE LOS 90
En 1989, para anticiparse a la celebración de los primeros 50 años del Salón, se escogió a Cartagena como ciudad sede, y el Centro de Convenciones de la ciudad recibió las obras de los 44 artistas participantes. En 1990, se inició el ciclo de salones en Corferias, Bogotá. La participación en el XXXIII Salón ascendió a 357 nombres, la mayor en la historia de los salones. En esta ocasión compartieron espacios de exposición artistas premiados como Alberto Sojo, Consuelo Gómez, Rafael Echeverri y María Teresa Hincapié, junto a figuras de trayectoria de la talla de Santiago Cárdenas, Beatriz González y Germán Botero, entre otros.
El respaldo del público y el interés que despertó el evento en el marco del recinto ferial de Conferías fueron ingredientes para la consolidación del Salón durante los años 90. Los Salones XXXIV de 1992, XXXV de 1994, XXXVI de 1996 y XXXVII de 1998 se convirtieron en la vitrina de creadores como Nadín Ospina, premio en 1992; María Teresa Hincapié, en 1996; Luis Fernando Roldán, en 1996; y Wilson Díaz, en 1998. También favorecieron la identificación de una nueva generación de creadores alimentada por María Fernanda Cardoso, Rodrigo Facundo, Juan Fernando Hernán, José Antonio Suárez, Alias Heim, y José Alejandro Restrepo, entre otros.
El comienzo de siglo marcó otra etapa en la historia de los salones. Por una parte, se inició la discusión acerca de la pertinencia de las muestras oficiales, tipo salón, enfrentadas a las muestras curadas, o temáticas, a tono con la tendencia internacional; y por otra, se despertó el debate en torno a los beneficios reales de una gran muestra. El entusiasmo inicial, despertado por la capacidad espacial de Corferias se convirtió, paradójicamente, en su mayor obstáculo: la transformación de las políticas culturales no soportó los altos costos de producción de una muestra de esta naturaleza.

PROYECTO PENTÁGONO
Para el año 2000, el Ministerio de Cultura llevó a cabo el Proyecto Pentágono, un programa articulado en función de 5 investigaciones. Tenía como objetivo desarrollar 4 instancias del arte: investigación, consolidación de exposiciones, producción y circulación, para favorecer y divulgar el arte contemporáneo colombiano. En 10 museos de Bogotá, Cali y Medellín se vieron las muestras Materialismos y Espacios Entretejidos . Actos de Fabulación , muestra de performance , se llevó a cabo en diferentes espacios públicos de Bogotá.
Hace dos años, se llevó a cabo, nuevamente en Cartagena, el 38 Salón Nacional. En esta ocasión, la muestra se amplió a recintos como el Museo de Arte Moderno de esta ciudad, el Palacio de la Merced y diferentes espacios públicos.


2004: 39 SALÓN NACIONAL DE ARTISTAS
En el 2004 el Salón regresó a Bogotá con la participación de 90 artistas. 70 de ellos provienen de los 7 salones regionales del 2003, los restantes a través de una convocatoria a artistas con trayectoria.

2006. 40 SALÓN NACIONAL DE ARTISTAS. UN SALÓN POR CURADURÍAS
La presente edición del Salón se presenta con cambios considerables, fundamentados en un trabajo de investigaciones curatoriales las cuales a través de una exploración e investigación han seleccionado los trabajos de los artistas desde ciertos criterios de interés local. Dos proyectos curatoriales por región estarán en Bogotá desde abril hasta septiembre.

yeimy sanchez
jhony castiblanco

salon nacional de artistas

ANTECEDENTES DEL SALÓN
Hace 66 años, con Jorge Eliécer Gaitán como ministro de Educación, se inició en forma definitiva e institucionalizada la trayectoria de los salones colombianos. Los orígenes de este evento se remontan a finales del siglo XIX, cuando en el país se comenzaron a organizar exposiciones de arte a imitación de las famosas exposiciones y salones de arte que se realizaban en Europa. En Colombia, Alberto Urdaneta, rector fundador de la Escuela de Bellas Artes, y editor del Papel Periódico Ilustrado , organizó la primera gran exposición en 1886, bajo el nombre de Primera Exposición Anual de Pintura, Escultura, Arquitectura, Grabado, etc.

SALÓN EN LA DÉCADA DE LOS 40
El origen del Salón está ligado al espacio de la Biblioteca Nacional. Los primeros doce eventos se llevaron a cabo en esta sede de la Calle 26 de Bogotá. Era la década de los años 40 y fueron premiados artistas como Ignacio Gómez Jaramillo, Carlos Correa y Luis Alberto Acuña, entre otros. En promedio, participaban 50 artistas y predominaba la pintura. En 1943 se registra la menor participación de la historia de los salones: sólo 11 artistas integraron la muestra y no hubo premios. Como datos curiosos, se recuerda que Débora Arango fue censurada en el I Salón de 1940 y, ese mismo año, Enrique Grau recibió una mención.

LOS MODERNOS DE LOS 50´S
En 1957 se inicia el ciclo de exposiciones en el Museo Nacional de Colombia, en su sede del Panóptico de la Carrera 7ª, en Bogotá. La primera muestra del 57 reunió 72 nombres y dio paso a la generación de creadores modernos. En esta etapa, surgieron nombres como Enrique Grau, Eduardo Ramírez Villamizar, Fernando Botero, Alejandro Obregón, Edgar Negret, Pedro Alcántara, y otros.
En 1958, cuando apenas tenía 24 años, Fernando Botero recibió el primer premio de pintura con La Camara degli Sposi . Su participación inicial en los Salones Nacionales se remonta a 1952, durante el IX Salón. Tenía 19 años y obtuvo el segundo puesto, precedido por nombres que hoy dicen poco en el mundo del arte: Tito Lombana y Blanca Sinesterra, los primeros puestos de ese año.
Esta época marcó la apertura a las tendencias internacionales y una mayor conciencia del arte moderno. Los jurados comenzaron a ser figuras más profesionales y formadas como críticos, a diferencia de la década anterior, cuando los propios expositores premiaron en algunas ocasiones.
En 1962 Marta Traba fundó el Museo de Arte Moderno y el arte se volcó contra la violencia política que acosaba al país. Ese mismo año, Alejandro Obregón fue premio en el XIV Salón, con su pintura Violencia.
Durante la década de los 60, Eduardo Ramírez Villamizar fue el artista que conquistó el mayor número de reconocimientos. Fue primer premio en 1959, 1962, 1964 y 1966. Otro nombre que marcó esta década fue el de Pedro Alcántara Herrán, quien obtuvo el primer premio en 1963, 1966 y 1965.
Pocos artistas desconocen el valioso señalamiento que ha significado ser premio o mención en un Salón Nacional. Beatriz González, por ejemplo, reconoce que su segundo premio especial, en la categoría de pintura, en 1965, durante el XVII Salón marcó en forma definitiva su trayectoria: “a partir de ese momento, no volví a ser la misma”, confiesa.

DE FINALES DE LOS SESENTAS A LOS OCHENTAS
En 1966, el Salón traslada temporalmente su sede del Museo Nacional a la Biblioteca Luis Ángel Arango. “Soy espectador de un funeral”, declaró el jurado venezolano Juan Calzadilla en 1970, con motivo del XXI Salón. Durante esta etapa el salón perdió su capacidad autocrítica, se convirtió en un salón bienal y sin premios. Sin embargo, nacieron los salones regionales como un experimento interesante de descentralización.
Entre los artistas reconocidos, de aquellos años, figuran Carlos Rojas, premio en 1969 y 1973; Juan Cárdenas, John Castles y María Paz Jaramillo, 1974; Germán Botero, y Santiago Cárdenas, 1976; Ana Mercedes Hoyos, 1978, y Antonio Caro, quien obtuvo medalla y mención en los salones XXVI y XXVII, en el 76 y el 78, respectivamente.
El final de la década de los 70 marca una de las etapas más difíciles del evento. Los nombres reconocidos en las décadas anteriores dejaron de participar, y el Salón se convirtió en un espacio para las promociones emergentes. La crisis del Salón se observa claramente entre 1980 y 1985, cuando se interrumpieron las exposiciones parcialmente y no hubo ninguna alternativa que las sustituyera.

SALÓN PARA LAS NUEVAS TENDENCIAS
Con un nuevo ánimo se reinició la actividad del Salón Nacional en 1985. La nueva organización quiso retomar el objetivo inicial de convertirlo en un estímulo para las artes colombianas y la generación más joven supo aprovechar estas condiciones para transformar el salón en la vitrina de las nuevas tendencias. Al impulso renovador de los 80 se sumó el interés por mover el Salón a otras ciudades. En 1987, el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín brindó sus espacios para albergar las obras del XXXI Salón. Nombres como el de Doris Salcedo, primer premio con su instalación Sin Título , aquel año, y el de Luis Fernando Peláez, también premio en 1987, marcan este espíritu de cambio.

SALONES DE LOS 90
En 1989, para anticiparse a la celebración de los primeros 50 años del Salón, se escogió a Cartagena como ciudad sede, y el Centro de Convenciones de la ciudad recibió las obras de los 44 artistas participantes. En 1990, se inició el ciclo de salones en Corferias, Bogotá. La participación en el XXXIII Salón ascendió a 357 nombres, la mayor en la historia de los salones. En esta ocasión compartieron espacios de exposición artistas premiados como Alberto Sojo, Consuelo Gómez, Rafael Echeverri y María Teresa Hincapié, junto a figuras de trayectoria de la talla de Santiago Cárdenas, Beatriz González y Germán Botero, entre otros.
El respaldo del público y el interés que despertó el evento en el marco del recinto ferial de Conferías fueron ingredientes para la consolidación del Salón durante los años 90. Los Salones XXXIV de 1992, XXXV de 1994, XXXVI de 1996 y XXXVII de 1998 se convirtieron en la vitrina de creadores como Nadín Ospina, premio en 1992; María Teresa Hincapié, en 1996; Luis Fernando Roldán, en 1996; y Wilson Díaz, en 1998. También favorecieron la identificación de una nueva generación de creadores alimentada por María Fernanda Cardoso, Rodrigo Facundo, Juan Fernando Hernán, José Antonio Suárez, Alias Heim, y José Alejandro Restrepo, entre otros.
El comienzo de siglo marcó otra etapa en la historia de los salones. Por una parte, se inició la discusión acerca de la pertinencia de las muestras oficiales, tipo salón, enfrentadas a las muestras curadas, o temáticas, a tono con la tendencia internacional; y por otra, se despertó el debate en torno a los beneficios reales de una gran muestra. El entusiasmo inicial, despertado por la capacidad espacial de Corferias se convirtió, paradójicamente, en su mayor obstáculo: la transformación de las políticas culturales no soportó los altos costos de producción de una muestra de esta naturaleza.

PROYECTO PENTÁGONO
Para el año 2000, el Ministerio de Cultura llevó a cabo el Proyecto Pentágono, un programa articulado en función de 5 investigaciones. Tenía como objetivo desarrollar 4 instancias del arte: investigación, consolidación de exposiciones, producción y circulación, para favorecer y divulgar el arte contemporáneo colombiano. En 10 museos de Bogotá, Cali y Medellín se vieron las muestras Materialismos y Espacios Entretejidos . Actos de Fabulación , muestra de performance , se llevó a cabo en diferentes espacios públicos de Bogotá.
Hace dos años, se llevó a cabo, nuevamente en Cartagena, el 38 Salón Nacional. En esta ocasión, la muestra se amplió a recintos como el Museo de Arte Moderno de esta ciudad, el Palacio de la Merced y diferentes espacios públicos.


2004: 39 SALÓN NACIONAL DE ARTISTAS
En el 2004 el Salón regresó a Bogotá con la participación de 90 artistas. 70 de ellos provienen de los 7 salones regionales del 2003, los restantes a través de una convocatoria a artistas con trayectoria.

2006. 40 SALÓN NACIONAL DE ARTISTAS. UN SALÓN POR CURADURÍAS
La presente edición del Salón se presenta con cambios considerables, fundamentados en un trabajo de investigaciones curatoriales las cuales a través de una exploración e investigación han seleccionado los trabajos de los artistas desde ciertos criterios de interés local. Dos proyectos curatoriales por región estarán en Bogotá desde abril hasta septiembre.

yeimy sanchez
jhony castiblanco
ARTE MODERNO
El arte moderno se da en Colombia por la ruptura de los esquemas clasicos artisticos, llegan nuevos movimientos influenciados por el arte contemporaneo Europeo con el futurismo, el abstraccionismo, el cubismo, entre otros.




ALEJANDRO OBREGON

Nace el 4 junio de 1920 en barcelona españa y se radica a los seis años en Barranquilla, Colombia.en 1929 se radica en Barcelona nuevamente y viaja a Inglaterra y estados unidos, en 1936 trabaja en barranquilla en la empresa textilera de su familia. Estudia eventualmente en el museo de arte de estados unidos y y toma algunos cursos libres de dibujo y pintura. A los 24 años regresa a colombia a enseñar en la escuela de bellas artes de bogota. En 1945 presenta su primera exposición individual. Obregón empieza a ser reconocido desde su exposición en el salon de artistas.
La pintura de obregon se vio influenciada por el cubismo y el abstractismo, aprehendidas y traidas a colombia luego de sus viajes por Europa donde se estaba viviendo la segunda guerra mundial y se vivia el arte contemporaneo se estaban dando los movimientos ismos y en ese momento estaba el futurismo,el cubismo,el abstraccionsmo.
Alejandro Obregón rompe con los esquemas clasicos artisticos donde se ve claramente la copia como elemento artistico, obregon empieza a trabajar desde su aprendizaje eclectico, mostrando una pincelada llena de fuerza y creatividad con las que plasma el lugar y el tiempo convirtiendolos en símbolos.
Su pintura muestra claramente el contexto politico en colombia la epoca de la “violencia” en consecuencia de la muerte de Jorge Eliécer Gaitan, se crea el M19 y las FARC.
Algunas de sus obras son masacre del 10 de Abril, violencia, estudiante muerto, su serie condores y barracudas,



EDGAR NEGRET

Escultor caucano nacido en Popayán en 1920, estudio en la escuela de bellas artes de cali (1939-1945)después de terminar estudios en Cali, vuelve a Popayán con influencias marcadas de sus maestros gerardo navia( escultor ),Pintores Jesús maria espinosa y roko Matjacsic y realiza una serie de cabezas,(gabriela mistral, porfirio barab jacob y walt whitman)Jorge oteiza es quien impulsa a negret a tener una búsqueda en su trabajo.
Negret redimensiona la escultura en colombia trayendo la tecnica contemporanea y el abstraccionismo.
Entre 1948-1950 hace el nido y rostro de cristo en metal.Apartir de los primeros años 60, las esculturas de negret muestran el espacio interior que surge de la lamina de aluminio doblada y enfrentada a otra similar. El vacio que trabajo en cabeza del bautista,se convierte en un elemento importante y latente en su obra.

HISTORIA DE LOS MUSEOS DE COLOMBIA

En su origen un museo fue un templo de Musas, un lugar sagrado que ellas frecuentaban, y no hay que olvidar que, en su origen, las Musas eran las diosas de la memoria. Más tarde, en la época de la dinastía Ptolemaica, Ptolomeo Filadelfo mandó construir en Alejandría un edificio al que llamó Museo (otras fuentes aseguran que su fundador fue Ptolomeo I Sóter, padre del anterior). Estaba dedicado al desarrollo de todas las ciencias y servía además para las tertulias de los literatos y sabios que vivían allí, bajo el patrocinio del Estado. En aquel museo se fue formando poco a poco una importante biblioteca.

Los escritores latinos hablan de un museo con otro significado. Parece ser que así llamaban en la antigüedad romana a unas grutas con unas características especiales, situadas en las villas, donde sus propietarios se retiraban un tiempo para meditar.

En la época actual...

Un museo es un lugar, un edificio donde se conserva todo tipo de colecciones de arte, científicas, etc., siempre con un valor cultural y expuestas adecuadamente para que se puedan contemplar o estudiar. Este tipo de colecciones, casi siempre valiosas, existió desde la Antigüedad. En los templos se guardaban objetos de culto u ofrendas que de vez en cuando se exhibían al público para que pudiera contemplarlos y admirarlos. Lo mismo ocurría con los objetos valiosos y obras de arte que coleccionaban algunas personas de la aristocracia en Grecia y en Roma; los tenían expuestos en sus casas, en sus jardines y los enseñaban con gran orgullo a los amigos y visitantes. Es en el Renacimiento cuando se da el nombre de museo tal y como lo entendemos hoy a los edificios expresamente dedicados a tales exposiciones. Por otra parte están las galerías de arte, donde se muestran pinturas y esculturas. Su nombre deriva de las galerías de los palacios en las que sus dueños tenían la costumbre de colgar a lo largo de las paredes sus cuadros (casi siempre de buenos autores) y de colocar las esculturas a modo de ornamento.

Un museo en la actualidad es un establecimiento complejo que requiere múltiples cuidados. Suele estar dotado de una amplia plantilla de trabajadores de las más diversas profesiones. Empezando por el director, allí son necesarios además, los restauradores, conservadores, analistas, administradores, conserjes y un largo etc. Los museólogos afirman que el verdadero objetivo de los museos es la divulgación de la cultura, la investigación, las publicaciones al respecto y las actividades educativas. En los últimos años ha surgido la idea de las exposiciones itinerantes en las que cada museo de distintas ciudades aporta algunas de sus obras para que puedan verse todas juntas en un determinado lugar. Por el momento no se tiene una evaluación correcta sobre los beneficios de esta nueva costumbre. Hay eruditos a favor y en contra y todos los razonamientos expuestos son aceptables.


En la actualidad existen una gran variedad de museos: museos de cera, museos de ciencias y técnica, museos de arte, museos históricos, museos de historia natural, museos dedicados a personalidades, por nombrar algunos.

Mueseos en Colombia

El Museo Nacional: fue fundado por Francisco de Paula Santander en 1823 y posteriormente trasladado al edificio que es su actual sede. El edficio fue construido alrededor de 1900 por Thomas Reed para servir como prisión. Contiene una colección arqueológica muy bien presentada, una de las mejores del país. El museo contiene una colección de objetos en oro en su sótano y en el piso superior exhibe una colección de bellas artes que incluye pinturas y esculturas del siglo XX

Museo de arte colonial: Alberga la mas completa coleccion de objetos cotidianos, dibujos, esculturas, relieves y trabajos en oro y plata entre los siglos XVI y XVIII y tiene como sede la hermosa casa de las aulas, una construccion de comienzos de siglo XVII, que hizo parte del colegio maximo de la compañia de Jesus declarada monumento nacional en 1975; fue cede de la academia javeriana tambien hizo parte de la biblioteca nacional y sede de aconteciemientos historicos como el nombramiento de Antonio Nariño y la elaboracion de la primera constitucion, el museo exhibe obras de arte decorativo y pinturas de Acero de la Cruz , Gregorio Vasquez de Arce y Ceballos y esculturas de las escuelas santafareñas, quiteñas, andaluza y sevillana.

Museo de Arte Moderno de Bogota: El museo existe desde 1955, y ha tenido varias sedes. La actual que ocupa desde 1985, cuenta con importantes custodias coloniales, tiene una sala dedicada al retrato y paisaje, tambien tiene una sala de escultura y una de obras de artistas internacionales.
Centro de la arquitectura moderna, El museo de Arte Moderno La Tertulia en Cali, resguarda dentro de su recinto a los artistas más reconocidos, posee salas de exposición de pinturas y esculturas las que se realizan recitales, hay también salón de conferencias, cinemateca y teatro al aire libre. Dirección: Avenida Colombia No. 5-105 Oeste.

Museo Banco de la Republica: Inaugurada la Biblioteca Luis Angel Arango cuenta hoy con mas de tres mil obras representativas de artistas colombianos, latinoamericano y europeos, esta organizada cronologicamente en 14 salas ubicadas en la Casa de la Moneda, inicia en el siglo en el siglo XVIII, continua con el siglo XX con una sala de retrato; al entrar en el siglo XX, la muestra se divide en cuatro salas, los años 30 y 50 la segunda dedicada a los maestros de la modernidad, la tercera los años 60 y 80s y la ultima se encuentra en obras de artistas de la contemporaneidad.


Andres Casallas
Cod. 20042188006

FOTOGRAFIA EN COLOMBIA

Fotografía en Colombia

Inicios

Según el texto “Historia de la Fotografía en Colombia “ de Eduardo Serrano, primera investigación realizada por el museo de arte moderno MAMBO en 1983, en el que se recopilan todas las imágenes pertenecientes a los mismos ciudadanos, con la colaboración de ellos se logro recopilar la historia que permanecía congelada y dispersa de nuestra Colombia antigua.

Como llega la fotografía a Colombia?

A;o 1839, 22 de septiembre, diario El observador publica un articulo donde menciona el descubrimiento que se da en Francia por Louis Jacques Daguerre y Niepce por la Academia de ciencia de Paris

La aparición de las primeras formas de fotografía en Colombia fueron tempranas ya que a causa de los medios de comunicación de la época los avances científicos no se promulgaban en tan corto tiempo, teniendo en cuenta que la noticia se publico después 32 días de haber sido publicada en Francia. Por ese hecho la aparición de la fotografía en Colombia fue relativamente temprana.

Nueva granada gobierno de terratenientes y aun esclavista, lugar no significativo para el mundo europeo ¿Por qué llega tan temprano la fotografía en a la nueva granada?

Curiosamente Baron de Gros llega en representación del rey francés, a ser delegado de negocios. Al parecer este personaje es quien trae la noticia.
Se reconoció por las pinturas, y por la utilización del daguerrotipo como elemento para complementar sus pinturas, en las cuales se conoce el salto de Tequendama, la plaza de San Victorino, el rió pandi, etc.
Daguerrotipo calle del Observatorio, imagen de gran calidad encuadre, composición, enfoque, claridad sombras reducidas por condiciones naturales, es la primera imagen fotográfica que se conoce de Colombia en la época.

Gracias a otro extranjero se genera en el espacio granadino, la curiosidad por la fotografía. Pero el desinterés no causo muchos seguidores al desarrollo del invento.

Dicen que fue el primer fotógrafo colombiano, pero en verdad ¿si era colombiano?

En 1841 aparece Garcia Hevia, presentando su trabajo con Daguerrotipos en las Exposición de la industria, lo que produjo conmoción en los espectadores,

Reconocido por generar una pequeña ruptura en la pintura de la época, los demuestra con el cuadro La muerte de Santander es una obra la cual muestra el desarrollo de la pintura en Colombia, se observa en el y por tanto en sus cuadros frescura e ingenuidad, percepción, gracia y rigor, cuadros de la vida cotidiana, entre ellas los subterráneos de las minas en zipaquira. Toque de diferencia, y pieza clave para la historia artística

Cambio de la pintura por la fotografía, presupuesto, rapidez y mayor clientela

Aportes de Garcia Hevia a la fotografía colombiana:

• Primer colombiano que otorga a la labor fotográfica la categoría del arte.
• Implementación de la fotografía como documento o registro histórico
• Gran calidad de los retratos
• Comercialización de la fotografía, Galería del Daguerrotipo (de Bennet), aunque suele ser contradictorio.
• Propagación de la fotografía en todo el país.
• Publicidad en la fotografía, por la utilización de accesorios.
• Contenido en la fotografía, según la persona que iba a retratar.
• Visión futurista, fotografía documental recopilación de sucesos históricos que dieran referencia de las épocas pasadas. (tres tomas que registran los efectos de la guerra en 1859. (texto).


En conclusión para la historia de la fotografía en Colombia fueron muy importantes estos dos peonajes en especiar Garcia Hevia.

Se que cada uno hizo un investigación detallada sobre este tema por la clase de Romero.


LQCHQA

Tuesday, October 10, 2006

arte contemporaneo

EL ARTE CONTEMPORANEO
El pintor nuevo crea un mundo, cuyos elementos son también los medios, una obra sobria y definida, sin argumento. El artista nuevo protesta: ya no pinta (reproducción simbólica e ilusionista) sino que crea directamente en piedra, madera, fierro, estaño, organismos locomotores a los que puede voltear a cualquier lado el viento límpido de la sensación momentánea, lo que da como resultado el collage, el caos que nos manifiesta y proyecta tal como somos. La contemporaneidad sepulta la noción de realidad tridimencional, abriéndose a la modernidad del caos y a la cuarta dimensión, es decir, al espacio mismo, a la dimensión del infinito. Al proponerse generar una ruptura con las dimensiones euclidianas surgen las dimensiones problemáticas, "degeneradoras" de los géneros e impulsoras de la repulsión y del desvío del gusto. Se han ido manifestando conceptos que surgen de las nociones de lo informe, de lo inestable, la fragmentación; categorías, estructuras y figuras que sorprenden por la forma como son consumidas no asimiladas yuxtapuestas y generadas en la sociedad de crisis moderna actual.
Con la ampliación de lo caótico y la irregularidad del orden, se hace los fractales que tienen una lógica distinta a la clasificación clásica y se manifiestan como monstruosidades o rupturas morfológicas. Dotados de dinamismo, inestabilidad y metamorfosis rítmicas graduales, repiten su irregularidad y accidentalidad tanto en las partes como en la totalidad. Unidos a la llamada teoría de las turbulencias y a las "líneas de tendencia al caos", los fractales se manifiestan en exposiciones realizadas con la ayuda microelectrónica del computador; en escenografías teatrales; en instalaciones y performances; en el cine de ciencia ficción y en la naturaleza.
. La fragilidad y la crisis social nos impulsan a venerar monstruos producidos por el imaginario de una cultura llena de terror y violencia. El abismo se abre a puertas del siglo XXI; el desencanto, la pérdida de sentido, el vacío y lo informe nos esperan. Todo lo real no es racional ni todo lo racional es, mucho menos en Colombia, real. Estando perdidos cultural y socialmente, es de suponer que la estructura de lo laberíntico se eleve a categoría estética; y cuando, a finales del siglo, caminamos por un sendero olvidadizo de su pasado, falto de futuro, es de esperar que lo no previsible adquiera un puesto en los juicios estéticos y en las valoraciones del gusto.
Los artista plasticos en la postmodernidad, los nombres más mencionados son Doris Salcedo (1958), José Alejandro Restrepo (1959), María Fernanda Cardoso (1963) y Elías Heim (1966). Protegidos todos por instituciones del Estado, por las revisas y por la academia nacional e internacional, los artistas adscritos a esta vertiente llevan las de ganar, y se les ve pavonearse muy contentos y orgullosos. No es para menos: contar con un gran aparato de promoción oficial y ser profeta en la propia tierra y en la extraña ...¿qué más puede uno pedir? Pero a mí sus obras me interesan muy poco por razones que no alcanzaría a discutir aquí. Baste con decir que en Colombia, como en el resto de los países occidentales, se plantea desde hace cosa de veinticinco años una revolución institucional para las artes plásticas, de naturaleza e ideología.

ESCUELA DE BELLAS ARTES DE COLOMBIA

ESCUELA DE BELLAS ARTES DE COLOMBIA

Contexto social
1884 se inicia el periodo presidencial de Rafael Núñez llamado ¨Regeneración¨ trajo consigo una reestructuración económica, social, política y jurídica de nuestro país, se puso en marcha para la transformación, pueden citarse los siguientes cambios:

1 La abolición del federalismo e implantación del centralismo

2 Convivencia entre partidos políticos, Núñez pasa del liberalismo a una posición
conservadora formando el partido nacional Bipartidista

3 Rafael Núñez y el vicepresidente Miguel Antonio Caro en la constitución de 1886 consagrada el 11 de Mayo rescatan los siguientes puntos:

-Nombra el país de Republica de Colombia
-Periodo presidencial de 6 años
-Educación cristiana
-Reestablece la pena de muerte
-Acuerdo entre la iglesia y el estado
-Nacionalización de las minas
-Centralización del ejercito
-Creación del banco nacional e implantación del papel moneda

1899-1902 esta marcada esta época por circunstancias como la guerra de los mil días, se aísla el partido liberal del gobierno, por censura de la prensa y el autoritarismo de los conservadores, esta guerra que fue caracterizada por grandes batallas queda reducida a un sistema de guerrillas.
Termina el 24 de octubre cuando los rebeldes firmaron el tratado de Neerlandia dirigido por el gobierno conservador
1903 Colombia enfrenta uno de los mas duros golpes de su vida económica y política, cuando Panamá se separa definitivamente de Colombia 3 Noviembre, en este mismo mes tres días mas tarde, el estado panameño le concede autorización a Estados Unidos para la construcción del canal.

INICIACIÓN DE LAS ESCUELAS

En el año de 1886 Alberto Urdaneta, con el apoyo del gobierno nacional, fundo la escuela de Bellas Artes dependiente del Ministerio de Instrucción Política, la cual funciono durante muchos años en el antiguo convento de la enseñanza de Bogota.
En 1936 la escuela paso a formar parte de la Universidad Nacional de Colombia convirtiéndose en dependencia oficial unida a la facultad de Arquitectura.
Medida que fue origen de muchos problemas y reclamos estudiantiles, que solicitaban su desvinculación de la facultad de arquitectura.
Fue así que inicia la escuela de bellas artes en Colombia llamada en ese entonces escuela de artes y oficios de la Universidad Nacional.


ESCUELAS ACTUALES

Academia de Arte Guerrero ,Escuela de Arte y música, es una institución que organiza exposiciones conciertos , seminarios y otros eventos

Academia Superior de Artes Bogota-ASAB entre sus programas académicos hay uno de artes plástica y visuales, incluye los cursos y talleres de grabado, fotografía y video , expresión digital, bidimensional ,tridimensional, procesos cerámicos

Universidad de los Andes programa educativo centrado en cuatro áreas fundamentales: artes plásticas , medios electrónicos y artes del tiempo, historia y teoría del arte

Universidad facultad de artes con un departamento de artes visuales

Universidad Jorge Tadeo Lozano , programa de Bellas Artes: su plan de estudios es flexible y permite incluir las diferentes disciplinas y los aspectos diversos de la practica artística

Universidad Nacional facultad de artes , facultad de arquitectura, artes plásticas , diseño grafico , diseño industrial entre otras. Postgrados en artes plásticas y visuales, teoría e historia del arte y la arquitectura, diseño multimedia.

Universidad Distrital con la licenciatura en educación básica con énfasis en educación artística
Incluye en su pénsul las diferentes disciplinas como artes visuales, artes plásticas, música, artes escénicas y literatura

Universidad de Antioquia Departamento de artes plásticas facultad de artes tiene programas de pregrado postgrado y educación artística y culturales


Liliana Zúñiga Silva
Sulma Liliana Niño

expedicion botanica

LA REAL EXPEDICIÓN BOTÁNICA DEL NUEVO REINO DE GRANADA

Emprendidos entre 1783 y 1816 (en el reinado de Felipe III, en 1569, Francisco Hernández había realizado una expedición en México, de la cual no quedó nada por un incendio en el Escoral años más tarde, así que el Sabio Mutis, pidió ayuda al virrey Caballero y Góngora y la aprobación de Carlos III para continuar con dicha expedición en el cual dio inicio en 1783).
Es importante en el desarrollo de la pintura en nuestro país, ya que con la expedición se funda la primera Escuela de Arte, orientadas y dirigidas por José Celestino Mutis, en donde se formaba un grupo selecto de jóvenes pintores que aprendían y se les enseñaba a observar la naturaleza y aplicar esta experiencia a los conocimientos artísticos que iban adquiriendo. Gracias a la aplicación del conocimiento y nuevas técnicas como el uso de acuarela, pinturas al temple sobre papel, el dibujo a tinta y el delicado trabajo de los pequeños detalles de flora, por el cual se llego al desarrollo de la miniatura y más tarde los primeros elementos del paisaje.
El proceso de independencia detuvo las investigaciones y los trabajos de la expedición.
En la expedición Mutis se instalo en la Mesa en abril de 1783, contratando a dos pintores, Pablo Antonio García del Campo (1744-1814) y Pablo Caballero. El primero fue maestro de Francisco Matis, quien fue un vínculo entre la expedición Botánica y la comisión corográfica.

El 29 de julio de 1787 se vincularon artistas de Quito como Antonio y Nicolás Cortés, Vicente Sánchez, Antonio Barrionuevo y Antonio Silva.

Un aporte de las obras de los pintores botánicos fue la forma como iluminaron los dibujos, hubo un notable desarrollo de la observación (captor, representa las texturas, matices sutiles, cambios de forma y color según el desarrollo de las plantas (manejo sabio del color)).Surgieron más de 6000 obras.

caos y libertad expresiva


La horrible mujer castigadora. Norman Mejía, 1965, óleo sobre tela. Propal Bogotá.
NORMAN MEJÍA
Pintor, nace en 1938 en Cartagena. En una serie de fuertes representaciones de cuerpos femeninos, introdujo elementos del expresionismo a la figuración. En piezas como “la horrible mujer castigadora (1965) y “la reina del mundo” (1966) Mejía trastorna y descompone las normas clásicas del retrato femenino que predominó desde finales del siglo XIX hasta desintegrarlas y dejarlas reducidas a formas orgánicas. Muestra a la mujer, no en su apariencia externa, dotada de trajes y adornos, sino en su desgarrado contenido interno. Marta Traba (1985) consideró que la pintura de Mejía era verdaderamente revolucionaria: “manejando una gama de grises, de rosas eróticos mezclados con grises y negros, formas cuya memoria visceral atacaba hasta el menor concepto de armonía convencional. Composiciones arduas, intrincadas y delineadas por un dibujo esclarecedor sin ninguna ambigüedad; así lo desarticulado y tembloroso, lo contradictorio de impulsos y significados, el secreto dolor de descuartizar lo físico hasta un punto tan inclemente y atroz, se manifestó por medio de un sistema expresivo rotundo, que descubrió un idioma hasta ese momento desconocido en Colombia”.


Sin titulo. Luís Caballero.1981 mixta sobre papel 195*130
LUIS CABALLERO
Pintor y dibujante bogotano nacido en 1943. A lo largo de toda su carrera se ocupó de la figura humana. A la sombra del expresionismo de Francis Bacon y del arte pop, produjo una serie de imágenes donde el cuerpo sufre una generalización formal para expresar una búsqueda del sentido de la pareja, del individuo y de su identidad sexual en el juego amoroso. En un segundo periodo, influenciado por los pintores renacentistas (en especial Miguel Ángel), el cuerpo humano adquirió para Caballero una condición genital –erótica específica. El color alcanza gran elaboración y la figuración se hace más dramática. El cuerpo asume el género masculino y lo que era la sugerencia del contorno de unos bultos humanos que despliegan tensiones en un espacio indefinido se concreta ahora en extremidades músculos, gestos y sangre. Del énfasis en lo religioso y su drama, pasó a la representación de la violencia. Del escenario neutral en donde aparecían sus figuras pasó a un paisaje que a veces, es lecho amoroso o lecho mortuorio. El amor se confunde con la muerte en figuras con fuerte iluminación y sombras contrastantes, inmersas en un éxtasis ambigüo. A partir de 1981, el pintor se ocupa con mayor intensidad en sus preocupaciones plásticas. Entre esas preocupaciones encuentra un estilo definitorio marcado por la autobiografía, centrado en figuras masculinas que están a medio camino entre el goce y el sufrimiento.


Pancarta para un desconocido. Pedro Alcántara Herrán. 1986 Mixta sobre papel150x100cms
PEDRO ALCÁNTARA

Dibujante, Grabador nació en Cali (Colombia) en 1942. Estudio en Roma en 1959. A los 17 años ya participo en el XVI salón nacional de artistas. Sus obras se destacan por un dibujo laborioso absoluto de la línea curva. Sus dibujos realizados en tinta sobre el papel, presentan una temática fantástica en donde la imaginación del artista se desenvuelve con toda libertad.
Alcántara se centro en la figura humana como el gran tema de trabajo creativo. Criticando con su obra la violencia, la visión irracional, la caótica de las variadas implicaciones sociales y políticas, mediante, las alusiones sexuales más tremendistas y ofensivas. Esa vilencia fue intuitiva y cercana al existencialismo, dentro del contexto colombiano. Imágenes dirigidas a irritar al observadora tomar conciencia del censo de muertos y del salvajismo implicado en la simple lista de atrocidades cometidas durante la guerra civil no declarada que en dos etapas sacudió a la nación 1948 a 1963.
Alcántara inicio un inventario de horrores y tormentos, tremendamente subjetivista de un mundo violento que corría paralelo a otro mundo de aberraciones sexuales patológicos. Manejando el expresionismo por ese trazo occidentado influenciado de Tadeusz Brzozwski, pintor europeo. Apoyándose en grafemas simples representando la figura humana con un silueteado infantil, donde esta versión Alcantareana de las violencias se hizo corrosiva e insoportable.
En esa época Alcántara era un artista ideológicamente confuso, que se acercaba por igual a Marques de Sadeya, Henry Miller, Sartre y Marx, los surrealistas, en una mezcla contradictoria que salio adelante por la lucidez de su juicio intuitivo en la consideración de su tema.
Al principio sus figuras fueron menos accidentadas pero fue adquiriendo más precisión e importancia local. Amplio a sus verdugos militares y personajes de la alta burguesía. Esta versión de violencia más ajustada a la verdad histórica y como consecuencia de su proceso personal de estructuración ideológica.

Las camas. Feliza Bursztin. Escultura 1972. Medellín, Colombia.
FELIZA BURSZTIN
Escultora bogotana nacida en 1933. Su obra se caracterizó, como la obra de Salcedo, por un agresivo inconformismo contra lo que era entonces la escultura colombiana. Obtuvo el primer premio de escultura en el XVII salón de artistas colombianos en 1965, con su chatarra “mirando al norte”. Su obra desde 1962 se componía de gran cantidad de hierros viejos y fragmentos de desecho, tuercas, tornillos, bujías; unidos en forma desordenada, perdiendo su identificación funcional y convirtiéndose, como diría Marta Traba, en núcleos de fuerza. En 1972, expone en la bienal de Medellín la obra “construcción en movimiento”(una especie de cama cubierta por una tela brillante en cuyo centro hay un bulto que sugiere una pareja); esta es la primera de la serie de las “cujas “ o “camas” que presentó en el museo de la tertulia y donde el movimiento de cada una simulaba situaciones eróticas casi morbosas, dentro de un ambiente de poca luz y al son de la música de la compositora Jacqueline Nova. Su última obra “baila mecánica” tiene una intención teatral. Sobre una tarima, siete personajes mecánicos cubiertos por telas se mueven con dificultad produciendo ruidos extraños al son de una música medieval.

BIBLIOGRAFÍA


El arte colombiano en el siglo XX
Beatriz Amelia Mejía de Millán
Pereira Colon 1988
Primera edición.

Historia del arte colombiano
Vol. VI, Salvat
Eugenio Barney Cabrera
1986.

El arte colombiano, 3500 años de historia.
Santiago Londoño Velez
Villegas editores.


CLAUDIA MILENA GONZALEZ ROA
JENNY ANDREA FEO UPEGUI

OLGA DE AMARAL - BEATRIZ DAZA


Beatriz Daza
Vida y Obra

Ceramista y pintora de Norte de Santander (Pamplona, 1927 - Cali, 1968). Beatriz Daza González estudió arte y decoración en la Universidad Javeriana y luego recibió diversos cursos en Estados Unidos, Barcelona, Roma y París. A su regreso al país, en 1958, comenzó a figurar como ceramista, un oficio que había aprendido en la Escuela Libre de Bertrand, en París. Su primera exposición individual tuvo lugar en 1959, en la Sociedad Económica de Amigos del País. Sus primeras piezas eran figurativas y se destacaban por la sencillez y la voluntad de síntesis.

Después de llevar a cabo un mural de cerámica en la casa de Juan Antonio Roda, Beatriz Daza volvió a exponer, en 1961, un grupo de obras recientes, diversas vasijas y paredes, entre las que se destacaron estas últimas, un poco a la manera de cuadros abstractos de ricas y varias texturas. Las vasijas de esta exhibición anticiparon la excelencia de Crisol para Prometeo, obra que obtuvo el primer premio en Cerámica en el XV Salón Nacional de artistas, en 1963. El tamaño de esa pieza levantada con las manos y el hermoso esmaltado que la recubre, hacen de esa vasija antifuncional una verdadera obra de arte. En 1966 Beatriz Daza presentó sus muros denominados “Testimonios de los objetos”: unas paredes trabajadas por la propia artista con fragmentos de cerámica y objetos de las más variadas procedencias. La bella integración de los elementos, tanto en textura como en color, y la connotación poética de los conjuntos hicieron de esos muros unas sugestivas simbiosis de pintura, escultura y cerámica y, al mismo tiempo, unas variaciones originales de los ensamblajes cubistas.

Junto a esa producción, Beatriz Daza adelantó una importante labor en el campo del diseño aplicado. Los más hermosos ceniceros, pocillos, platos, fruteros y bases para lámparas producidos hasta ese entonces en el país fueron realizados por Beatriz Daza en su fábrica de cerámica. El 23 de junio de 1968 murió en un accidente automovilístico en Cali.


Bodegón con flores
Sin fecha
Pintura, collage y óleo sobre tela
120 x 150 cm
registro AP0294

Como dibujante y pintora, Beatriz Daza dejó una variada producción de la que sobresalen los dibujos de bodegones sintéticos sobre telas cuadriculadas y enlutadas, y los collages, con predominio nuevamente de las naturalezas muertas, de telas varias y óleo, en los que las representaciones se acomodan fácilmente en un espacio en antiperspectiva con claros recuerdos de la obra del francés Georges Braque. En la breve y no muy abundante historia de la cerámica artística del siglo XX en Colombia, el nombre de Beatriz Daza ocupa un lugar muy destacado, no sólo por la calidad de su trabajo -en el que se distingue el conocimiento del procedimiento, el afán de investigación y el gusto y refinamiento de las formas, los esmaltes, las texturas y los colores-, sino por su actividad docente en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional, donde enseñó a muchos los misterios de este arte milenario.

Beatriz Daza
Por Marta Traba

"En la cerámica moderna de Beatriz Daza ocurre algo similar: las mejores piezas suyas son odres, cántaros, jarras, grandes y toscos, cuyo destino claramente marcado también se impone sobre la forma. La noción de belleza que se proyecta desde estos bastos utensilios de uso corriente, es muy peculiar. El encanto táctil de las terminaciones múltiples y perfectas de los ceramistas modernos europeos y norteamericanos, deja paso a la sensación fuerte y bárbara de enfrentarnos a una nueva piel para las cosas. Piel o corteza, sus interminables investigaciones y experimentos de cocción con toda clase de materiales, esmaltes y pigmentos inventados por ella misma, la llevaron a formular ese acabado grueso e imprevisible, lleno de pequeños cráteres, salpicado de puntas, orgánico y casi geográfico. La textura, en su caso, fue mucho más que un resultado accidental: fue una definición, la base conceptual de su cerámica, que determinaba también la forma. Solamente amplias vasijas pesadas, deliberadamente arcaizantes como el Crisol para Prometeo, podían concordar con tal violencia y predominio de la textura. El arcaísmo está buscado en tales piezas mediante la realización cruda de las formas y de las referencias mitológicas que enmarcan su obra dentro de una constante tendencia poética.

En 1966 Beatriz Daza realiza su segunda exposición individual, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, presentando al público una obra inesperada. Tazas, vasijas, platos de loza y cerámica, habían sido destruidos sistemáticamente, martillados y reducidos a escombros. Esos fragmentos, a su vez, fueron insertados meticulosamente en gruesas paredes de material, excavadas al efecto, para crear un ensamblaje, tan tremendo y bárbaro como las cerámicas anteriores.

Su lenta prolijidad para componer y organizar formas, el horror de dejar las cosas libradas al azar, y el raro y acendrado placer de meditar sobre ellas, tan características de su personalidad artística, volvían a sumarse ahora a la energía emanada en este caso de los objetos destruidos. La poesía emergente era la de la destrucción, no la de la construcción. En los muros volvió a desplegarse, quizá con un sentido más nostálgico y pesimista, todo su sentido poético.

El mundo real, el de las cosas enteras, se mira irónicamente en el mundo destruido. La originalidad de Beatriz Daza en este momento llega a su punto más penetrante. Sin embargo, esto era un alto en la tendencia hacia la pintura, y ella lo sabía; calmadamente, con su aire reflexivo y lógico, estaba recuperando, mediante esa cerámica pulverizada y los objetos castigados, los valores de composición, de espacio y plano, de relación entre unos y otros factores, que siempre la preocuparon".

Olga de Amaral

Olga de Amaral es única entre los artistas latinoamericanos contemporáneos. En el fondo de esta singularidad yace el hecho de que su obra es, inclasificable. Por ejemplo, ¿se trata de arte o de artesanía? El llamado «renacimiento artesanal,» que aconteció en Gran Bretaña y luego en los Estados Unidos durante finales del siglo xix y los primeros años del xx, no tiene lugar en la historia del arte latinoamericano.
Olga de Amaral, quien realiza algo que vagamente puede describirse como tapices y textiles, es sin embargo reconocida universalmente como creadora artística importante y por completo individual.
Dadas estas circunstancias, se hace necesaria una mirada más amplia a los antecedentes. En primer lugar, uno debe recordar que los pueblos precolombinos se contaban entre los más inventivos de todos los tejedores. Muchas de sus técnicas eran completamente desconocidas por fuera del continente suramericano. Circunstancias afortunadas, han hecho que se preserven varios de estos tejidos para nuestra admiración actual. Lo que impresiona es que tales tejidos poseen toda la certeza estética de las grandes obras de arte. Por contraste, los tapices europeos —del Renacimiento en adelante— tendían a depender más y más de diseños proporcionados por pintores, es decir, por gente que se distanciaba del proceso artesanal. Lo que muchas veces admiramos de tales resultados es simplemente el ingenio con que los tejedores salvaron la brecha entre dos mundos estéticos diferentes y, en cierto modo, incompatibles.
“Gran parte de la producción de Olga de Amaral ha estado relacionada con el oro, pero en su obra no hay equivalentes con la arqueología precolombina. No obstante, uno siente que tales objetos deben existir por lógica, que ella ha suplido una carencia.”

Tejiendo muros. La obra de Olga de Amaral
Por Gloria Cristina Samper
“El telar es un mapa del ser humano y del mundo –una perspectiva del universo. Los cuatro lados del marco vertical son los puntos cardinales y la acción de las ondas es energía viva con movimiento cíclico.”
Olga de Amaral, 2001
Al ingresar por el largo y estrecho corredor hacia la colección permanente en la parte posterior de la Casa de Moneda se encuentra una pieza exhibida solitaria. Un tapiz de los años 70 de la artista colombiana Olga de Amaral da la bienvenida al recorrido por las diferentes temáticas abordadas en el arte colombiano y latinoamericano.



Se trata de un tapiz tejido en lana y fibras naturales que representa muy bien la primera etapa de producción de la artista. Fue con esta serie de muros tejidos que comenzó su investigación de toda una vida alrededor de las técnicas y materiales para tejer, y fue con estos mismos trabajos que ganó, en 1971, el Primer Premio del XXII Salón de Artistas Nacionales y, en 1972, el Primer Premio de la III Bienal de Arte de Coltejer. Estas investigaciones, iniciadas durante sus estudios de diseño textil en Michigan en los años cincuenta, le han permitido mantener una larga y seria trayectoria artística de cerca de 40 años. Durante este tiempo y, gracias a su dedicación, Amaral ha redefinido en su trabajo el lenguaje tradicional del tejido dándole una dimensión plástica.

En efecto, Amaral se ha interesado siempre en el estudio en profundidad de las formas de tejido artesanales en Colombia así como en sus técnicas y tradiciones. En los años cincuenta fundó y dirigió el departamento de textiles de la Universidad de los Andes y durante un tiempo enseñó en Bogotá, Estados Unidos y Japón. Es este patrimonio cultural propio que toma como punto de partida para introducir elementos nuevos y un carácter particular en línea con el movimiento de La nueva tapicería desarrollado a nivel mundial por artistas como Magdalena Abakanowicz de Polonia, Joseph Grau Garriga de Cataluña o Jagoda Buic de Yugoslavia. Dentro de este grupo, el trabajo de Amaral fue reconocido desde un principio como adelantado y siempre de vanguardia.
Sin embargo, la obra más conocida de Amaral y por la cual ha ingresado a grandes colecciones internacionales como la del Museo Metropolitano de Nueva York, el Instituto de Artes de Chicago, el Museo de Arte Moderno de París y de Nueva York, entre muchos otros, es aquella en que comenzó a introducir el oro y la plata. Este viraje fundamental en su producción a partir de los años ochenta se convirtió en un sello particular que enriqueció cada pieza con posibilidades de apreciación que cambian según el ángulo en que se miren.
Si bien la inclusión de hojillas de oro y de plata dio a su obra un rumbo diferente, no se alejó del todo del punto de partida inicial de su producción, al mantener reminiscencias de materiales utilizados en nuestras culturas tradicionales. Estas piezas deslumbrantes de carácter espectacular, que varían entre un gran formato y uno muy pequeño, adquirieron una dimensión casi sagrada, evocando inevitablemente relaciones con la riqueza del mundo precolombino y la utilización sagrada de estos materiales. Ellas retoman el carácter simbólico del culto precolombino al dios Sol a través de oro.







Deicy Maryuri Coronado Lopez
Juan Pablo Guavita Angel
EL ARTE POP EN COLOMBIA

Con la aparición del Expresionismo Abstracto en Colombia en la década del cincuenta es decir, a pocos años de su reconocimiento internacional comienzan a acercarse cronológicamente y a intensificarse las repercusiones de los movimientos modernos del arte del país.

Tal es el caso del Arte POP que no sólo se extendió rápidamente en nuestro medio llegando algunos críticos a mencionar Fernando Botero entre sus precursores, sino que es uno de los movimientos internacionales con un impacto más intenso, amplio y duradero en la pintura colombiana.

El Arte POP se basa en la aceptación y utilización de los elementos comerciales contemporáneos y de los medios de comunicación masiva, aprovechando con frecuencia imágenes publicitarias y cinematográficas. No obstante la similitud en cuanto a sujetos y la predilección de algunos artistas por técnicas comerciales como la serigrafía y por la pintura de borde duro o contorno definido, el Arte POP no cuenta con un estilo unificado.

Las primeras obras claramente pop en concepto e iconografía que se presentan en Colombia fueron expuestas en 1964 en un Salón de arte joven, siendo sus autores:

Bernardo Salcedo (quien envió un collage que involucraba la envoltura de Alka-Seltzer)
Jorge Madriñán (autor de un ensamblaje con láminas y objetos populares).

Para finales de esa década el movimiento había cobrado ya gran fuerza en el país, habiéndose adherido a sus principios artistas como:

Santiago Cárdenas, realista intérprete de objetos cotidianos;

Beatriz González, quien también parte de láminas o cromos populares así como de imágenes extraídas de la prensa;

Alvaro Barrios, con trabajos apoyados en las tiras cómicas;

Hernando del Villar, quien se basaba en personajes populares y estrellas de cine.

Ana Mercedes Hoyos, cuyas primeras pinturas incluyen señales urbanas y vallas publicitarias y,

Sonia Gutiérrez.

El extendido uso de la serigrafía en Colombia durante las últimas décadas puede también considerarse como un efecto del Pop en nuestro panorama artístico.

BEATRIZ GONZALEZ

“Lo más valioso del trabajo de Beatriz González”, según afirma la critica Marta Traba, “es que consigna hacer de su obra una unidad de sentido que sin moverse de lo regional, es capaz de transmitir lo regional como una vivencia donde se expresan concepciones humanas y estéticas extremadamente amplias y complejas”. Pintora, historiadora y crítica de arte santandereana (Bucaramanga, 1938). Beatriz González Aranda estudió Bellas Artes con Juan Antonio Roda en la Universidad de los Andes e hizo un curso de grabado en la Academia Van Beeldende Kunsten de Rotterdam. Como historiadora ha publicado: Ramón Torres Méndez, entre lo pintoresco y la picaresca (1985), Roberto Páramo, pintor de la sabana (1986), José Gabriel Tatis, un pintor comprometido (1987), Fídolo Alfonso González Camargo (1987) y "Las artes plásticas en el siglo XIX", en la Gran Enciclopedia de Colombia (1993).

“Tapen, tapen”
Óleo sobre lienzo (1994)
Presenta, en medio de una compleja
estructura compositiva y de referentes
iconográficos, una alusión al asesinato
de Luís Carlos Galán.

Su contribución al arte contemporáneo latinoamericano se ha ido consolidando a partir de la década del 70 gracias a una inteligencia visual que ha sabido integrar temas y motivos regionales con tratamientos sumamente eficaces y de gran complejidad simbólica. Aunque su lenguaje formal ha adoptado elementos del POP norteamericano, sus grabados no reflejan las imágenes que corresponden a una iconografía de consumo y tampoco proponen una visión conformista y complaciente de la realidad social.

“Niña ingraviada”
Óleo sobre tela
80x100cms
1965 Museo de Arte Contemporáneo

Su obra se ha mantenido vinculada a otros problemas y a unos referentes regionales que en nada tienen que ver con modelos derivados de una sociedad tecnológica y que le han permitido incidir críticamente en una diversidad de prácticas que se nutren de los acontecimientos políticos, la crónica roja urbana, los retratos de familia, la historia de los próceres o los comportamientos absurdos y desquiciados de la plutocracia colombiana.

Los grabados de Beatriz González utilizan el tratamiento artesanal como una estrategia que se opone a la manifestación industrializada de la serialidad. Es decir, que la impresión en serie no puede conducir a la producción de un número ilimitado de copias que carezcan de particularidades y calidades plásticas que se distingan a cada uno de los elementos de una misma tirada. En éste proceso de particularización de la copia, Beatriz González incorpora el recurso del accidente y del error como otra forma de fijar los rasgos diferenciales de la copia.

“Mátame a mí que yo ya viví”
1997 Bogotá
Colección Museo Nacional de Colombia.

El enfoque de su trabajo gráfico mantiene un tono irónico y distanciado que pone en evidencia la falsedad de ciertos sectores de la sociedad colombiana a través de la utilización de lo cursi o de lo grotesco como una manera de expresar desde su propio lenguaje plástico una visión crítica del entorno social. Esta forma irónica de acercarse a la realidad social colombiana podemos apreciarla en la obra titulada “Decoración de Interiores” donde la artista utiliza una fotografía que aparece el presidente Julio César Turbay Ayala en una fiesta privada. La imagen de Turbay Ayala la transfiere a una serigrafía impresa sobre tela y esta a su vez se cose sobre una cortina de baño que transforma el acto del presidente en una figura desprovista del peso institucional al ser reducido aparte de su diseño con una función doméstica decorativa.

SANTIAGO CARDENAS

Realizó estudios de arte en Rhode Island School of Design, BFA en pintura en 1960 y fue becado en Cummington Art School en Massachusetts durante el verano de 1959. Después de prestar servicio militar obligatorio ingresó a Yale University School of Art and Architecture, obteniendo el título de MFA en pintura en 1965 y desde entonces cuenta con una activa carrera docente ejercida en la Universidad de los Andes, la Universidad de Bogotá y la Universidad Nacional de Colombia.
De 1972 a 1974 desempeñó la dirección de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional. En 1982 fue invitado por la Center for Inter-American Relations como conferencista y en 1963 el Museum of Art, RISD en Providence, Estados Unidos lo invitó a dictar una conferencia sobre su obra. Ese mismo año fue nombrado "Distinguished Visiting Professor" por Miami Dade CommLjnity College y en 1987 el Círculo de Bellas Artes de Madrid lo invitó a dirigir un taller avanzado en pintura.
Su obra ha sido reconocida en diversos certámenes en Colombia, Sur América, Europa y en los Estados Unidos. Actualmente reside en Bogotá - Colombia.

Homenaje a Boticelli
Lápiz sobre papel
90x60cms
1969

Pocas obras en el panorama de las artes plásticas colombianas revelan una contemporaneidad tan directa e inmediata como la que impregna los dibujos y pinturas de Santiago Cárdenas. Una rápida mirada es suficiente para ubicarlos, con seguridad, en el presente. Pero esta manifiesta contemporaneidad de su trabajo no proviene exclusivamente de la actualidad de los objetos que se representan como podría deducirse en una evaluación a la ligera de sus cuadros; sino que es producto principalmente del trabajo en sí; y de los raciocinios que mueven el artista para interpretar esos objetos de la manera perceptiva y única que evidencian en su obra.

Aunque parezca una contradicción con lo anterior, Santiago Cárdenas es un pintor "realista de vieja data", cuyo afán de verosimilitud no es tan fácilmente clasificable en la vanguardia. Ya en 1970, con motivo de una exposición suya en la Galería Belarca se me planteaba una duda sobre la entonces generalizada inclusión de su "realismo" bajo el calificativo "Pop" ("Un Lustro Visual" Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1976); y la presente exposición del Museo de Arte Moderno me confirma en la idea de que Santiago Cárdenas pertenece a esa rara especie de pintores inclasificables, cuyas obras alcanzan con frecuencia los logros más rotundos. Prueba de ello que la misma crítica que identificara su trabajo como "Pop" lo emplace ahora con juicios propios del reciente "Hiper-realismo", movimiento del cual su obra se aparta también radicalmente en su más dicientes y definitorias características.


“Algo de comer”
Óleo sobre madera y tela
206x160x20cms 1967

La técnica fiel, minuciosa y precisa que aparenta su obra es otra señal de que para Cárdenas la percepción es la base estructural del campo pictórico. Algunos detalles cuidadosamente realizados dan la impresión de que la pintura toda está igual de completa. Pero su trabajo no pretende reproducir milimétricamente los objetos, y por consiguiente no es perfeccionista ni meticuloso. El artista sabe que el espectador conoce muy bien el modelo, y que proyectará inconsciente el final de la imagen si se le presentan las observaciones de una percepción certera. La verificación de ese control de Cárdenas en la ejecución de sus obras también es motivo de satisfacción visual, como lo es su color coherente, parejo y urbano. Y si en algunas de sus últimas pizarras se entrevén leyendas un enfrentamiento directo con la literatura que con tanto esmero ha evitado en la imagen- el significado de esas leyendas no es claro, como indicando que no es lo importante. Las palabras, en cambio, se muestran cortadas, usadas, borradas, explicitando su presencia en la obra exclusivamente como inscripción o mancha sobre una superficie. Y cuando más, como otra referencia menor de su trabajo al elemento tiempo, y en tal instancia al pasado.

“…registrar la ejecución práctica, meditada y calmada de todas sus obras, así como el hábil manejo del óleo y del carboncillo, también pone de presente ese objetivo de "verdad visual" que persiguen sus cuadros. En ellos se representan, es cierto, con singular realismo, una serie de objetos, Pero en ellos se resumen principalmente, como lo hemos visto, las cualidades físicas e intelectuales que son inmanentes al objeto de arte. Cada obra de Santiago Cárdenas es un estímulo grato y potente a los ojos. Su trabajo constituye sin lugar a dudas una de las afirmaciones más originales, innovadoras y profundas que se hayan propuesto en nuestras artes plásticas.”
Tomado de la critica de Eduardo Serrano

SONIA GUTIERREZ

Nació en Cúcuta en 1947; 1960 - Perteneció al grupo de los primeros estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de Cúcuta. 1962 - Participó en una exposición colectiva en Cúcuta (Mención de Honor). Ingresó a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional, Bogotá. 1963 - Expuso dos collages en el VII Salón Cano y en el I Salón 10 de Mayo (Mención de Honor), Universidad Nacional. 1964 - Participó en el VIII Salón Cano (Mención de Honor) y en el II Salón 10 de Mayo, Universidad Nacional. 1965 - Participó en el I Salón Nacional Universitario de Pintura, en el III Salón 10 de Mayo, en el IX Salón Cano, en Bogotá, y en la Exposición de Pintores Jóvenes de Cali. 1966 Obtuvo el Primer Premio de Dibujo en el X Salón Cano y el Cuarto Premio en el III Concurso Nacional de Pintura Croydon, Museo de Arte Moderno, Bogotá. Participó en el XVIII Salón de Artistas Nacionales, Biblioteca Luis-Angel Arango, y en las exposiciones Colección Museo de Arte Contemporáneo, Semana de la Fraternidad, Casa de la Cultura de Bogotá, Galería Goya, Exposición de Pintores Jóvenes, Universidad de los Andes y "El pesebre de los genios", Museo de Arte Moderno, Bogotá. 1967 - Participó en el XIX Salón de Artistas Nacionales, Biblioteca Luis-Angel Arango. Realizó su primera exposición individual en la Sala Gregorio Vásquez de la Biblioteca Nacional. 1968 - Obtuvo Mención de Honor en la I Bienal Iberoamericana de Pintura Coltejer, Medellín, con la obra "Pintura Pop". Fue escogida para representar a Colombia en la II Bienal de Artes Plásticas de Lima, Perú, obteniendo Mención de Honor. Exposición "Dibujos y grabados; Sonia Gutiérrez y Luis Caballero", Museo de Zea, Medellín. Participó en las exposiciones "Pintura, escultura y tapicería de Colombia", Biblioteca Luis-Angel Arango; Concurso de Grabados UNESCO; "Los que son", Galería Marta Traba; Colección Museo de Arte Contemporáneo; Casa de la Cultura de Bogotá.

Ha expuesto en forma individual y colectiva en Colombia, Puerto Rico, Cuba, México, Estados Unidos y Europa. Ha publicado ilustraciones en libros y revistas nacionales. Es miembro fundador del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga. Vive y trabaja en Bogotá en la actualidad.

"La pasión que siente Sonia Gutiérrez por las cosas es muy distinta a la que se advierte en las obras de los artistas norteamericanos. Mientras ellos registran el vocabulario común de los objetos comprables en la sociedad de consumo, las cosas que aparecen en las grandes telas de Sonia Gutiérrez son más íntimas y personales (...).”

“Magdalena medio”
(Del portafolio de la lucha popular en Colombia)
1977 Grabado, serigrafía
40 x 55 cm

La figura adquiere una consistencia intrascendente y divertida de objeto, de cosa real que se trastea de un espacio para otro sin esfuerzo y sin que se reconozca ninguna ley de composición como suficientemente respetable. Su trabajo está aún, como es lógico, muy relacionado con ambientes, modas y situaciones peculiares de la juventud actual; pero la frescura de esta obra la exime de caer en el plagio o en la sofisticación. Parte de una intuición sorprendente de `lo actual' y de las fraternales convivencias propuestas al público para desentumecerlo, al mismo tiempo que de una verdad natural, ya revelada por Matisse, que ella siente como propia: la de que toda forma puede ser susceptible de ser convertida en plano o arabesco. Es precisamente la autenticidad de este pop pintado lo que le resta insignificancia; su alegría amplía el cuadro, su verdad lo expande al certificar esa vivencia neta de cada cosa; el color lo proyecta; la generosidad con que la pintura se va apropiando de la tela y el acuerdo explícito donde cada elemento mejora y fortalece al de al lado en lugar de combatirlo, irradian un verdadero magnetismo que alcanza al espectador. La falta de mediatización, de timidez o de recortes de cualquier naturaleza en la libertad que flamea en la obra de Sonia Gutiérrez, es su mejor aporte al descongelamiento de la pintura colombiana. La proverbial cautela, las jerarquías dinásticas transmitidas de generación en generación y el estilo `dubitativo', de andar y desandar, decir y contradecir, ir para adelante y para atrás que a lo largo de los años se convierte en una conducta nacional frente a la creación y sus riesgos, son barridas por ella. Sonia Gutiérrez, sin embargo, no se enfrenta a dichos males endémicos a través del filo de la crítica, como Beatriz González; lo hace simplemente demostrando una libertad sin contracciones; la libertad condicional en medio de la cual se debaten los colombianos se convierte en su obra en libertad a secas, por consiguiente ofensiva y antagónica con respecto al statu quo y a las técnicas de clausura con que se envuelve al país para separarlo de todo punto de referencia que le resultaría desfavorable. En este sentido Sonia Gutiérrez podría ilustrar con su ejemplo el caso de los pintores que `demuelen a pesar suyo', para usar la frase de Pellegrini".

(TRABA, Marta. Historia abierta del arte colombiano. 2a. Ed. Bogotá, Colcultura y Museo La Tertulia, 1984).



TERESA CUELLAR

“teyé “ Teresa Cuellar. Nació en Bogotá Colombia en 1934. Considerada como una de las pintoras Colombianas contemporáneas con reputación internacional por sus bodegones y grabados. Algunas de las galerías donde ella ha presentado su trabajo son de gran importancia en el ámbito mundial.




“Sin título”
1994
Grabado, litografía sobre papel
93.4 x 67 cm

Principales obras en exposición

 1963 - Galería El Callejón, Bogotá.
 1965 - Museo de Arte Moderno, Bogotá.
 1968 - Galería Marta Traba, "Neobodegones 2," Bogotá.
 1969 - Galería de la Alianza Colombo-Francesa, "Dibujos," Bogotá, .
 1970 - Galería Bellarca, "Hongos," Bogotá, .
Sala del Banco de la República, "Neobodegones 3," Bogotá, .
 1972 - Sala Gregorio Vázquez, "Diez años, Retrospectiva," Bogotá y Cartagena.
 1974 - El Callejón, "Naturaleza Casi Viva," Bogotá, .
 1976 - El Callejón, "20 Obras Recientes," Bogotá, .
 1978 - Galería Belarca, "18 Dibujos: Pequeño formato," Bogotá, .
 1980 - Galería Granahorrar, Bogotá.
 1981 - Galería Belarca, "14 Pasteles," Bogotá.
 1983 - Galería Quintero, Barranquilla, .
 1986 - Galería Negret, "Acercamientos," Bogotá.
 1989 - Art. Autopista, "10 Pasteles y 6 Dibujos," Medellín,
 1992 - Galería el Sextante, "Grabados," Bogotá, .
- Salón Avianca, "30 Años Retrospectiva," Barranquilla, .
- Centro Colombo Americano "30 Años, Retrospectiva," Bogotá, . Teyé


ANA MERCEDES HOYOS

Pintora nacida en Bogotá, el 29 de septiembre de 1942. Hija del ingeniero, dedicado a la arquitectura, Manuel José Hoyos, y de Esther Mejía, Ana Mercedes Hoyos hizo la primaria y el bachillerato en el Colegio Marymount de Bogotá. Durante la secundaria tomó clases particulares de pintura con Luciano Jaramillo, y desde pequeña conoció Europa con su familia; su padre cultivó en
ella el interés por los museos y por la historia del arte.

“Sin título”
1971
Pintura, óleo sobre tela
30 x 30 x 5.5 cm
registro 1431

Ingresó a la Universidad de los Andes a estudiar artes plásticas, donde tuvo como profesores a Juan Antonio Roda, Luciano Jaramillo, Armando Villegas y Marta Traba; después pasó a la Universidad Nacional dé Bogotá, pero no se graduó en ninguna de las dos para dedicarse a la pintura. En 1967 se casó con el arquitecto Jacques Mosseri y dos años después nació su hija Ana. Hoyos empezó a exponer en 1966. Desde el principio, su obra ha estado cercana al movimiento pop. Inicialmente hizo una serie de vallas, paisajes urbanos y buses al óleo, muy esquemáticos, en fuertes colores planos. A partir de 1969 realizó su serie Ventanas, para algunos sus pinturas más importantes; son obras aún más sintéticas, casi siempre en pequeño formato, cuadradas, en las que líneas verticales, horizontales y diagonales enmarcan un nebuloso paisaje abstracto, y donde se hace evidente su interés por la investigación de las variaciones del color y las transparencias del óleo. Esta serie evolucionó hacia pinturas más abstractas, que la artista llama atmósferas; son superficies muy claras, generalmente cercanas al blanco, con variaciones tonales casi imperceptibles. A partir de 1984, Ana Mercedes Hoyos se interesó en hacer recreaciones a partir de bodegones famosos de la historia del arte; inicialmente girasoles, o su síntesis pop, en bastidores redondos, según Vincent van Gogh.

Después vinieron una tela enorme, El primer bodegón en la historia del arte, según Caravaggio, y otras pinturas a partir de Zurbarán, Cézanne, Jawlensky y Lichtenstein. En estas pinturas Hoyos regresó a los colores fuertes muy vivos, casi planos. A partir de 1987 ha realizado una serie de obras figurativas con motivos nacionales, Bodegones de Palenque, partiendo de los platones de las vendedoras de frutas de Cartagena, y una serie de Papagayos. También ha realizado algunas obras tridimensionales: esculturas en concreto, Ventana (1975) y Gírasol (1984); e instalaciones como Flores de luto, en homenaje a Marta Traba (1983), y Campo de girasoles (1984). Ana Mercedes Hoyos ha realizado un gran número de exposiciones individuales, entre las que se destacan las del Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1976, y "Ana Mercedes Hoyos, un decenio 1970-1980", en el Centro Colombo Americano de Bogotá, en 1981.

Ha participado en innumerables colectivas en Colombia y el exterior. Ha recibido un gran número de premios, entre otros, el segundo premio en la Bienal de Pintura Joven del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, en 1967; el primer premio en la exposición "Espacios ambientales", organizada por Marta Traba en el Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1968; el premio Ciudad de Caracas a una serie de sus "ventanas" (Uno al diez), en el XX Salón de Artistas Nacionales en 1971; y el primer premio, con una polémica pintura blanca, Atmósfera, en el XXVII Salón Nacional de Artes
Visuales, en 1978.

IVETT ALEJANDRA PIÑEROS
JENNY PAOLA FEO VERA

CREACION ARTISTICA

CREACION ARTISTICA


Las ciencias teóricas y practicas en la cultura ocupan un lugar de indudable importancia, estas leen en el ser humano los conocimientos y fortalezas científicas necesarias para considerar una explicación verídica de su existencia en el medio, sus reacciones, su adaptación, su complejidad genética, su acción con el mundo, su organización con los seres que se relacionan en su atmósfera etc.

Cada oficio y movimiento del hombre trata de tener una explicación probable, en algunos casos exacta. Las áreas que estudian estas características humanas se especializan de tal modo que en la actualidad es posible hablar de códigos genéticos que determinan la naturaleza del hombre refiriéndose a sus características corporales y de comportamiento. El área de la ciencia ha avanzado en un camino amplio hacia el conocimiento humano practico, pero ¿Cómo hablar del hombre única y exclusivamente desde la ciencia?, ¿en donde descubriremos ese sentimiento que le impulsa a hacer lo que hace?, ¿como conocer su alma, desde lo que conocemos en la teoría?

Las ciencias estudian lo que se ve y tratan de dar razón a lo que no, y es que el alma es algo que el hombre no explica con la razón, pues esta se manifiesta en la creación personal e intransferible del ser, en el reir de un desconocido saludando en la mañana, en las palabras de una madre que abraza a su hijo, en la creación del artista que ve su cuadro frente al lienzo en blanco.

La creación artística es la atmósfera en donde tiene lugar el paisaje del alma, ese conocimiento interno que se hace vivo como la semilla que germina los caminos del hombre, si por algún motivo el hombre quisiese ver el mundo en su totalidad, abría que crecer en el interior del alma , conocer el paisaje que se crea dentro, para luego interpretar el que se crea afuera.

Para vivenciar la creación artística nos centraremos en la pintura como lugar expresivo donde se de vida a las manifestaciones del ser, las tres fuentes que llevan a que exista esta atmósfera son:

TECNICA

Este termino en el arte se refiere a las soluciones compositivas y disposición de los elementos dentro de un cuadro, el conocimiento técnico que el artista posee para crear el ritmo de la pintura.
Para su desarrollo el/la creadora, sienten el deseo de vivenciar su obra, como el escritor frente a su hoja en blanco y el actor en contacto con su cuerpo, como un niño que pide colores con el hermoso deseo de pintar.
Luego miraríamos el momento en el que se relacionan las ideas, aquel lenguaje que se forma para el llamado a la concentración, se da de un modo único en cada persona y articula las ideas que se llevan al lienzo, para luego darle una vida personal relacionándolo con la memoria, pues aunque las ideas sean Nuevas el ser humano las crea desde lo que se ha vivido, se trabaja hacia atrás.

SENTIDO

Es la esencia de la obra, el motivo que mueve a que la pintura se realice, es la expresión del alma en el lienzo, el interior del ser que se traslada del interior a la naturaleza del lenguaje. “ es íntimamente espiritual y esta relacionado a los sentimientos sublimes que el hombre inherentemente posee y en alguna medida ha desarrollado. “Es necesario que el ser humano estreche una relación con su espíritu para llegar a producir obras de arte que realmente alcancen a ser obras maestras”.

POÉTICA

Es la interpretación de la idea, del sentido y de la técnica en un lenguaje por el cual el artista se comunica con el que mira la obra, su dialecto es simbólico y abstrae el sentido del alma, para crear una semiótica que entra en contacto con la subjetividad del observador.


Estos tres ámbitos dan una lectura clara de la obra, una coherencia del mensaje o manifestación del hombre y mujer en su naturalidad, la mente controla las acciones de la imaginación y la creación, la voluntad elabora el impulso y los deseos con los que se da pie a la obra y el espíritu otorga la belleza como fuente expresiva de los sentimientos.

Como dijo Kandinski, el artista en la creación tiene una triple responsabilidad; “1) debe hacer fructificar el talento que ha resibido, 2)sus actos, pensamientos y sentimientos, como los de cualquier otro hombre, forman la admosfera espiritual que es transfigurada o corrompida por ellos, 3) sus actos, pensamientos y sentimientos, son la materia de su creaciones, las cuales a su ves crean la admosfera espiritual.”

La obra de arte se hace viva en la catarsis, el mensaje, la voz interior que vibra de artista a vivenciador, esa voz que transforma y que hace preguntarse al interior, para abrazar el exterior.” Sublimación de sentimientos que hacen que el arte cumpla su fin”.

El mensaje camina del artista al individuo, cautivando a través de la obra con su sentir, con su memoria, del artista al artista. Trasforma la visión del mundo y habla a un colectivo, sale del entorno y a su vez vive en el, conoce y comunica su cultura, sus costumbres, sus tradición, las interpreta y las hace trascender.


BIBLIOGRAFIA

EL PROCESO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA, UNA MANIFESTACIÓN ESPIRITUAL.
David Cerpa Alba.

EL OBJETO DEL ARTE EN KANT Y SCHOPENHAUER

LA CREACIÓN ARTÍSTICA
Marta de Arévalo.




LAURA BARAHONA
LEIVER ARDILA
V semestre

LA COLONIA LOS FIGUEROA DEL SIGLO XVII

LIZ NAVARRO
NESTOR ALEJANDRO TARAZONA


ARTE COLONIAL




1. LA COLONIA

Denominamos época de la colonia a los siglos que nacieron durante 1550 y 1810, dominados por la presencia política y cultural de los españoles, que sin pensarlo revolucionaron las costumbres indígenas que hasta el momento dominaban a América,
Surge una nueva época en la cual los habitantes Americanos se ven obligados a cambiar mezclándose de esta forma con nuevas costumbres occidentales.
El fenómeno de colonización española tuvo como objetivo la apropiación de riquezas de nuestro territorio generando así un sistema de explotación, en donde las riquezas fueron extraídas brutalmente atentando con la vida de muchos que hasta el momento eran pobladores de América, realmente lo que sucedió fue un choque de culturas, por esta razón los indios se vieron obligados a tomar sus lanchas y combatir para así defender sus derechos, de esta así la historia colonial comenzó a tejer la historia colombiana.

Por esta época se construyeron casas y ranchos de estilo rustico español que constituyeron los primeros asentamientos en la ciudad. El área básica corresponde a la ciudad antigua con barrios tan tradicionales como lo es la perseverancia, barrio que aun vive y se encuentra en la cotidianidad de nuestra ciudad, las condiciones de vida eran precarias debido a que las viviendas eran en su mayoría tiendas que carecían de servicios públicos y calles adecuadas. La sociedad colonial se organizo en clases diferentes; clase alta conformada por ricos propietarios de tierras, descendentes de conquistadores esta aristocracia se vio afectada con los funcionarios que llegaron de España; los españoles menos afortunados constituyeron la clase media, conformada por artesanos y comerciantes y la clase baja en un nivel alto por mestizos e indígenas. El núcleo urbano surge del una relación directa con el campo.
La conquista y la posterior colonización provocaron gran destrucción material y humana sin embargo representan el origen de las modernas naciones de América, pues fue en estos siglos cuando se ocupo el territorio, también se crearon las bases de una nueva cultura combinándolas con influencias Europeas, Indígenas y Africanas; de ahí surgen al paso del tiempo los países independientes. La colonización de América no se desarrollo en una sola época ni tuvo las mismas características en todas partes, de esta forma concluimos un pequeño fragmento de lo que hoy en día es nuestra ciudad.


2. ARTE COLONIAL

“La Conquista y la colonización de la Nueva Granada fueron paralelas a la evangelización. Para esa evangelización las obras de pintura, escultura, orfebrería y otras artes fueron en un comienzo elementos de ayuda visual para la propagación de la fe. Apoyadas en el Concilio de Trento llegaron a convertirse en imágenes de culto y devoción en las que interesaba ante todo la eficacia y sinceridad religiosa para la evangelización. Con los conquistadores españoles, entraba el arte occidental” .

Es en este panorama comprendido entre el siglo XVI y el XVIII en la Nueva Granada, en donde se desarrolla las manifestaciones de la historia de la pintura colombiana. Es una época caracterizada por la evangelización, los virreyes neogranadinos y la exploración pictórica en el taller.


“La historia de la pintura colonial del Nuevo Reino es la historia de la pintura en Santa Fé. En algunas ciudades de provincia – Tunja, Popayán, Monpox, Cartagena de Indias-, ese ademán tuvo manifestaciones ciertamente importantes” . Pero en realidad la pintura tuvo su mayor desarrollo en Santa Fé bajo la influencia del arte Europeo que llegaba al territorio a través de láminas y gravados.

Por tal motivo, la pintura colonial carece del reflejo propio de ésta época. “Aquella pintura virreynal, monótona con frecuencia, reiterada en los temas, incapaz de ninguna audacia, no puede ofrecernos grafías suficientes para definirnos el medio , la época su ubicación en el territorio granadino”. Son estos argumentos sumados a críticas, lo que generan en la pintura granadina un especial estudio para establecer si en ella existe o no creación. Críticas como:

“Raras veces estos lienzos de encargo , trabajados en serie o con un explicable afán de lucro, testimonia algún interés estético, la búsqueda de algún problema plástico. Antes que el arte se acusa en ellos – y no se entienda esto en sentido, sin embargo, en un sentido peyorativo -, la mera artesanía.”

Pero no por aquellas críticas la pintura de la colonia pierde importancia, antes bien, permiten un mayor estudio y análisis de la expresión, cultura y pensamiento de esta época. Por otra parte, si bien es cierto que la pintura es un medio para otro fin, que un fin en si mismo; fue la ausencia de academias o escuelas, lo que llevó a los artistas de la colonia a buscar en los talleres de maestros granadinos, la posibilidad de desarrollar una técnica y un estilo propio que distan de las estampas y los grabados europeos.

A pesar de la sumisión a los códigos y normas eclesiales como:

“Prohibimos- decía en el Concilio Provincial de Santa Fé en 1774- de las imágenes de los santos, de sus pintura y esculturas- que las imágenes de Jesucristo, de María Santísima, de los ángeles, apóstoles, evangelistas y otros, se pinten, se esculpan en otro habito y forma que la que se ha acostumbrado en la iglesia católica desde su origen” .

los talleres y pintores de la época lograron realizar una gran producción pictórica que se conserva como reflejo del apostolado y evangelización propio de la Iglesia.

3. LA INFLUENCIA DEL ARTE ITALIANO

“El Renacimiento se manifestó, en España, desde principios del siglo XVI, a través de artistas “italianos” que trabajaron en este país y por los mismos “españoles” que fueron a la península Itálica, para formarse en las escuelas de los grandes maestros en Roma y Venecia. Los “españoles” tomaron de la “Italia Renacentista” la corrección de formas, el colorido y dejando otras ideas grecorromanas, supieron dar carácter propio a su arte, llevándolo a una nueva y rica manifestación en el siglo XVII”

Así es como aparecen en la colonia pintores como Medoro y Pozo.

3.1 ARGELINO MEDORO:

Nacido en Roma, había llegado a América en los últimos años del quinientos acompañado por el Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Trabajó no sólo en pintura sino en dorado de tallas. Después de trabajar en la Nueva Granada se traslado al Perú y por último regreso a Sevilla, España.

Sus lienzos se encuentran en Bogotá, Tunja, Cali y Buga. En sus obras se denota la preocupación especial por el orden compositivo de las figuras buscando composiciones más serenas que dramáticas y colores suaves dentro de lo natural.

“Medoro figura como introductor de aquella actitud estética italiana a caballo entre el renacimiento y el Barroco llamado Manierismo”

Sus obras: “Oración el huerto” 1587, Catedral de Tunja; “Descendimiento de la Cruz” y “Virgen antigua”.

Manierismo: movimiento anteclásico y antiburgués, desarrollado a lo largo del siglo XVI. Es el exponente de un siglo de desencanto europeo. Se caracteriza por una actitud radical antirenacentista. Es un conjunto de autores que sólo repetirían hasta la saciedad una “manera” de hacer determinada, sobre todo la de RAFAEL, MIGUEL ÁNGEL Y LEONARDO.

3.2 FRANCISCO DEL POZO (Francisco Puteus Medionalensis)

Introductor de ciertas formulas del Renacimiento Italiano, presas del espíritu manierista.
Se le conoce por una de sus obras: “La Virgen de la Candelaria” y que figura en la Iglesia del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, Boyacá.1597.

De él se conoce muy poco, se sabe que trabajó en Tunja y que nació en Milán en la segunda mitad del XVI.

4. LOS TALLERES

Un taller neogranadino se componía de un maestro pintor en ocasiones llamado oficial, quien dirigía el taller, conseguía los encargos, y se ocupaba de diseñar y crear la imágenes de los cuadros.
Después de los pintores seguían los aprendices oficiales, de mayor experiencia y más tiempo con el maestro.

Los jóvenes aprendices , ingresaban entre los ocho y los doce años con el fin de aprender el oficio. Sus padres celebraban un contrato con el maestro, en el cual el joven quedaba bajo su tutela. Durante el tiempo de aprendizaje, el pintor se comprometía a darle sustento, ropa, alimentación y atención médica; a cambio el muchacho se obligaba a ejecutar todos los oficios ordenados, incluso aquellos ajenos a la pintura.


4.1 EL TALLER DE LOS ACERO

Su padre el español de Zamora, Alonso Acero, se traslado de muy joven a Santa Fé, en donde contrajo matrimonio con Jerónima Gutiérrez, de quien tuvo once hijos. De sus hijos tres fueron pintores.
El más destacado de la familia como pintor fue “Antonio Acero de la Cruz” (1600-1667) Antonius Azero, Faciebat . Este bogotano fue el fundador del primer taller, en el que no solamente se formaron su hijo Antonio Acero Céspedes, sino también algunos aprendices como Ochoa y otros.
Murió en septiembre de 1667, dejando varias obras entre pinturas y esculturas.

Entre las obras de acero cabe mencionar las que hizo para el convento del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, con escenas relativas a la vida de San Agustín, que fueron ilustradas con octavas reales escritas por el mismo autor; la del Santuario de Monguí, que pinto junto con Bernardo, Jerónimo y Juan de Dios Acero; el retablo con la imagen de Santa Bárbara.

Octava real, (al pie de la Batalla de Monforte)

Vencida la herejía en argumentos
A batallas reduce su porfía,
Más Dios (cuya es la causa) mil portentos
Muestra en Monforte, porque en él confía;
Y Domingo con cristo infunde alientos
Sin quitar de sus labios a María,
Con que flechas y dardos no le tocan
Y en la efigie de Cristo se colocan.

La pintura de Acero de la Cruz es bastante ingenua y a veces muestra gran desorden en la composición. Tal como acontece en el óleo de Santo Domingo De Guzmán en la batalla de Monforte, 1651.(museo de Arte Colonial)


Al respecto menciona Gil Tovar: “el primer pintor Criollo, como bien dijo su primer comentarista don Lázaro María Girón, “nunca dejó de ser un fiel sectario de la antigua escuela; se amoldo sin embargo a lo moderno”. En efecto, la escasa obra conocida del santafereño es un resumen de inquietudes de la primera época colonial: recuerdos de Bizantinismo Medieval, que aún llegaban al medio mundo a través de estampas religiosas, se mezclan con ciertas imposiciones de las pinturas populares de América, y el claroscuro renacentista, seguramente aprendido de los cuadros de Medoro”.

Acero de la cruz fue entonces uno de los pintores de la primera etapa de la colonia que avanzaba hacia la influencia del Barroco.

4.2 LA INFLUENCIA DEL BARROCO “PHATOS”

El barroco es un estilo que desata las formas, atadas antes por la afición de las normas del Renacimiento, transformada en obsesión por el manierismo académico. A la composición equilibrada de los clásicos opone un desequilibrio formal. A las formas quietas y serenas opone las inquietas e inquietante, que parecen cambiar constantemente como si fueran fluidas.

De esta forma aparece toda la influencia Barroca en el “TALLER DE LOS FIGUEROA”

4.3 TALLER DE LOS FIGUEROA

Baltasar de Figueroa (El viejo): de Mariquita, Tolima, fue un pintor mediocre; transplantado a Santa fé en circunstancias difíciles, en condiciones económicas estrechas.

Gaspar de Figueroa(¿?- 1658): de Mariquita Tolima, No es un maestro excepcional. Rompe con el “manierismo” de angelino Medoro y Francisco del Pozo. Gaspar fue un pintor más intuitivo, más propio más seguro de lo que quiere. No siempre lo logra, pero tiene el merito indudable de abrir el camino a una nueva escuela de arte, en la cual habrán de trabajar y hacerse pintores, muchos nombres de valía”.

Su obra es religiosa, sus discípulos y los encargos, no son siempre suficientes para cubrir sus necesidades. Su hogar es numeroso.
Lleva una vida modesta que la refleja al morir.

Al morir en su testamento escribe humildemente:

Declaro que tengo a mi cargo algunas obras de mi oficio, de algunas personas, que las que así fueren y que las cantidades que por cuenta de ellos tengo recibidas y cuyas son, constará por memoria que queda en poder del dicho de mi hijo, el cual las acabe y las entregue a sus dueños, y cobre para sí lo que me restare debiendo por los conciertos.

Gaspar de Figueroa, dejó un excelente retrato, que puede aparecer como un de los mejores ejemplos de la pintura colonial. “Fray Cristóbal de Torres” Fundador del Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario. Es un retrato bien equilibrado y sereno.

La obra de Gaspar no fue muy original, pues la mayoría de sus obras, como la de los pintores de su época, fue inspirada en gravados que venían de España, con reproducciones de las obras de Zurbarán, Murillo y otros autores.

Al respecto comenta Gil Tovar:

“Es una pintura cerrada, todavía según sistema anterior a Leonardo Da Vinci, sus valores plásticos- en el sentido de más escultóricos- se imponen inmediatamente; y no porque Figueroa pertenezca a una reacción de lo plástico contra lo pictórico, cosa que suele ser frecuente y justificada en ciertas etapas, sino porque simplemente, no está a un en disposición de conocer el claroscuro puesto al servicio de la pintura con el objeto de “meter” a las figuras en un ambiente”.

A pesar de todo Gaspar de Figueroa tiene el mérito de haber fundado en Santa Fé un taller en el que se formaron los mejores artistas de la Nueva Granada entre los cuales figuraron sus hijos, Nicolás y Baltasar Vargas de Figueroa; Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos, Fray Gregorio Carballo de la Parra y Tomás Fernández de Heredia: también fue uno de los que se salieron de la temática religiosa para llevar a los lienzos retratos de Hernando Arias de Ugarte, fray Cristóbal de Torres y los de algunos donantes que aparecen al lado de su colección.

Baltasar de Vargas Figueroa: (¿?- 1667): Fue uno de los numerosos hijo de Gaspar y , aunque el único pintor, si el que hoy conocemos más ampliamente.

La obra de Baltasar de Vargas está influenciada por Zurbarán (pintor español de temática religiosa, caracterizado por el empleo del claro oscuro, el modelado riguroso y la representación realista; obras: La apoteosis de Santo Tomas de Aquino 1631, museo de Sevilla y la Visión del Beato Alfonso Rodríguez, 1631; entre otras). “ Los influjos del tenebrista Zurbarán, anteriores a los de Murillo y a los de Valdés Leal, son Tal vez, los más patentes entre los pintores americanos de la mitad del siglo XVII.

Gil Tovar menciona de Vargas Figueroa:

“En su medio, Vargas Figueroa quizás no pudo hacer más: hizo bastante con captar los efectismo del claro oscuro sin los rezagos que pueden verse es otros muchos pintores del continente. La colocación de algunas figuras en la penumbra para procurar un contra luz, es recurso Barroco que, a juzgar por la fecha de sus trabajos, parece que él lo usó primero en América”.


5. INFLUENCIA EN LOS PINTORES NEOGRANADINOS

Una gran parte de los lienzos procedían de España, de talleres Sevillanos y tratados con la técnica tenebrista del Barroco. Influencia de Zurbarán con un cuadro llamado “San Francisco” que guarda la Iglesia Bogotana del mismo nombre.

Las colecciones particular de Don Antonio Caballero y Góngora. “Quizás las pinturas españolas más nombradas fueron: “La Piedad” inspirado en el de Luis de Morales y “La inmaculada”. En cuanto a los italianos, una “Madona” de Sassoferato entre otras obras traídas por la orden franciscana a sus conventos de Tunja y Santa Fé.

Por otra parte el arte flamenco con un Bodegón y una cabeza de la virgen atribuida a Quintín Metsys, del Seminario Mayor de Bogotá.

Los pintores Quiteños también hicieron su aporte, especialmente en el Sur del territorio. No son obras de muy alta calidad, son de carácter popular y anónimas. Su mayor representante fue Miguel de Santiago (o de Vizuete, de Santiago era su padre adoptivo). En la Iglesia bogotana de San Francisco se conservan once grandes lienzos alegóricos de la virgen.


6. JOAQUÍN GUTIÉRREZ




Acerca de la procedencia del pintor, su familia y la fecha de nacimiento, no se tienen datos exactos, más se deduce que pertenece a la segunda década del siglo XVIII. Sus obras fueron realizadas hacia 1750. A su vez fue discípulo de Nicolás Banderas, seguidor de Arce y Ceballos.

“El pintor de los virreyes”, así es conocido este pintor que en sus comienzos pinta arte religioso, tomando la influencia de Arce y Cevallos. Ese influjo desaparece posteriormente al asimilar algo del nuevo estilo Rococó originado en Francia. (Rococó: es un arte de élite, refinado, laico, exquisito, donde el placer, la sensualidad, el amor, el erotismo y la mujer son protagonistas, preocupado por la vida mundana y alejado de cualquier ansia mística). Por ello es considerado como el principal precursor de esta tendencia pictórica en Colombia.

“No se ha logrado precisar cómo llegó a él la influencia y aprendizaje de las formas y características del rococó, aunque es lógico que el ascenso al trono de España de la dinastía borbónica francesa, al alborear el siglo XVIII, en reemplazo de la de los Austria, trajo cambios en la Península y en los dominios de América, de significación tanto ideológica como política, lo mismo que de comportamiento y costumbres, que se afrancesaron invadiéndolo todo”.
Las primeras pinturas conocidas de Gutiérrez son las veintiséis de la serie de la Vida de San Juan de Dios, contratada con él en 1750 por fray Juan Antonio de Guzmán para la iglesia consagrada al santo en Bogotá. Actualmente se encuentran en el museo de Arte Colonial.
Gutiérrez pinta alrededor de ochenta cuadros religiosos y otros tantos de retratos de Virreyes. Entre los que se encuentran:
Dos de los Marqueses de San Jorge; cinco a seis del Virrey Solis como fraile franciscano, y una larga lista de rectores del Colegio Mayor del Rosario y de San Bartolomé, oidores y miembros del capítulo metropolitano de Bogotá.
Entre los religiosos:
Santa Teresa pastora, La Sagrada Familia con San Juan Bautista y San Agustín, La Virgen y el Niño, Virgen de la Peña.
Sus obras se caracterizan por una extremada fineza y sobriedad en el trazo y en el detalle. Su obra ha sido criticada por ser dedicada a los virreyes por encargo dejándola supedita a la realización de un arte de élite y por que en sus comienzos se dedica también al arte religioso, tan criticado en los pintores de la Colonia.
7. JOSE CELESTINO FIGUEROA

S. XIX. Nació en Bogotá en el hogar del pintor Pedro José Figueroa.
Sus primeras lecciones de pintura las recibió junto con sus hermanos en el hogar de su padre.
Se dedicó a la enseñanza de dibujo y pintura en colegios y escuelas.
Fue profesor de la Academia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas. Allí tuvo como discípulo a Alberto Urdaneta.
En 1837 Pintó al óleo el retrato del Padre Francisco Margallo (hoy en el Museo Nacional, Nº.540). Participó en la exposición colectiva de 1841 con los siguientes retratos: Ignacio Herrera y el perfil del General Santander.
En 1841 Pintó el retrato de Juan Ignacio Galves. En 1848 Fue designado Jurado Calificador, junto con su hermano José Miguel, de la exposición de ese año. En 1886 Participó en la exposición con una pintura. religiosa titulada: "Dolorosa".
Murió en Bogotá el 23 de 1870, José Celestino Figueroa se dedicó casi por completo a la enseñanza de la pintura. También dejó interesantes retratos de los personajes sobresalientes de su época.
OBRAS
Retrato del Padre Francisco Margallo (Museo Nacional N" 540). Retrato del Mariscal Sucre. Retrato del Arzobispo Fernando Cuero y Caicedo (Convento de San Francisco. Bogotá). Retrato de Juan Ignacio Galves (propiedad de Luis Alberto Acuña)
8. JOSE MIGUEL FIGUEROA

S. XIX. Nació en Bogotá, en el hogar del pintor Pedro José Figueroa. Sus primeras lecciones de pintura las recibió de su padre. Fue profesor de dibujo de varios colegios y escuelas, tambièn de la Ácademia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas.
En 1837 pintó el retrato de Monseñor Cayetano Baluffi, e hizo una copia de Santa Filomena.
En 1842 pintó el retrato de Nicolás Cuervo Urisarri cuando era niño.
En 1843 pintó el retrato de don Javier Guerra de Mier.
En 1848 fue designado junto con su hermano, José Celestino, jurado calificador de la exposición de Arte. De este año son los retratos de los hijos de don Rufino Cuervo: Nicolás, Angel, Luis María, Antonio Basilio y Rufino José Cuervo y Urisarri.
En 1873 pintó un retrato del Libertador. inspirado en uno de los que había hecho su padre.
En 1874 Noviembre 24. Murió en Bogotá.
El pintor José Miguel, fue el mejor retratista de los hermanos. Según el crítico de arte, doctor Gabriel Giraldo Jaramillo "es ingenuo, sencillo y no escaso de gracia".
OBRAS
Retratos de los hijos de don Rufino Cuervo (arriba mencionados). El Señor de la Caña (Iglesia de Fontibón). Retrato del Libertador Simón Bolívar. Copia de Santa Filomena, en la Academia de Historia de Santander.

9. JOSE MARIA ESPINOSA PRIETO

Nació en Bogotá en 1796 en el hogar de don Mariano Espinosa de los Monteros y Mora y de doña María Prieto y Ricaurte.
Fue educado por sus abuelos quienes lo mantuvieron siempre dentro de un ambiente muy piadoso. Hizo sus estudios de primaria en la Escuela de doña Gertrudis Valenzuela, situada en la calle del Camarín del Carmen.
El 20 de julio de 1810 tomó parte activa en la Revolución que estalló en ese día, de la cual fue iniciador su cuñado, el santafereño Antonio Morales, quien en reyerta con el español Llorente acerbó los ánimos de los patriotas en contra de los españoles. Se alistó como cadete en el ejército centralista el 30 de mayo de 1811 .
Se Marchó con el ejército de Nariño y peleó en la batalla de Ventaquemada. Desde aquel momento fue el Abanderado de Nariño, a cuyo mando continuó peleando. Peleó en el Alto Palacé, con el rango de Alférez el 30 de Docoembre de 1813. también en la batalla de Calibío en enero 6 de 1814.
1814 - Peleó en Tasines y Ejidos de Pasto, en donde escapó milagrosamente de la muerte o de haber caído prisionero. En la huída tuvo que soportar muchas penalidades. Al caer el General Nariño en poder de los Realistas, el pintor continuó luchando a órdenes del General Cabal.
Perdió todo lo que poseía, en su huída de Pasto, y tuvo que acogerse a la generosidad de su tío don Camilo Torres.
También peleó en la Batalla de Palo, a órdenes del General Serviez. La victoria fue de los patriotas y gracias a ella se obtuvo la independencia de Cundinamarca.
Después de algunos meses de prisión obtuvo un pasaporte para viajar a la ciudad de La Plata, quedando de esta manera, y de milagro, libre. Para llegar allí, tuvo que atravesar la montaña de Hizno y después de 9 días de caminar por riscos, breñales, tembladales, lodazales y pantanos, se presentó a la primera autoridad de La Plata, don José María Céspedes.
1819 - Gracias a un indulto general concedido por el gobierno español pudo regresar a Bogotá, un poco antes de la Batalla de Boyacá. Después de la Independencia, Espinosa abandonó el ejército para dedicarse casi exclusivamente a la pintura, y no quiso tomar parte en las guerras civiles a pesar de habérsele ofrecido el título de Capitán.
En 1828 el 24 de septiembre 24. Pintó un retrato de Bolívar, el cual se ha considerado como uno de los mejores del Libertador. Este fue vendido al señor Márquez, Ministro Plenipotenciario de Venezuela. Bolívar en recompensa le ofreció un viaje a Italia, costeado por el Gobierno Nacional, para que se perfeccionara en pintura. Pero la conspiración de ese año impidió que Bolívar cumpliera su palabra.
Participó en la I Exposición Artística e Industrial de Bogotá 1841, con una miniatura del padre Francisco Margallo llevando una administración sacramental en una noche tempestuosa.
Expuso varias de sus obras en la Galería de la Casa Consistorialn el 20 de julio 1857. Entre ellas figuró el retrato de Policarpa Salavarrieta, cuadro que luego fue rifado por el artista.
Participa en la exposición organizada por el pintor mexicano don Felipe Santiago Gutiérrez el 20 Julio 1874.
En 1876 Publica sus "Memorias de un Abanderado," cuya narración encargó al escritor José Caicedo y Rojas. Allí relata con gran amenidad, los hechos históricos de Colombia ocurridos entre 1810 y 1819.
Mure en Bogotá el 24 de febrero de 1883.
La obra de Espinosa es abundante y variada. A él se le deben los retratos más fidedignos de Bolívar, Santander, Nariño, Ricaurte y otros héroes de nuestra Independencia. También pintó cuadros históricos con las batallas en las que él participó.
OBRAS
En el Museo Nacional se encuentran: los retratos de: Atanasio Girardot (Nº 340). Antonio Ricaurte (N° 341). Luciano D'Elhuyart (N° 342). José María Córdoba (N° 343). José María Caycedo y Vidal (Nº 505). Simón Bolívar (Nº 531). General Santander (N° 554).
Las miniaturas de: Simón Bolívar (acuarela sobre marfil, N° 568). General Santander (acuarela sobre marfil, Nº 569). Antonio Ricaurte (acuarela sobre marfil, N° 570). Atanasio Girardot (acuarela sobre marfil, N° 571). Francisco Margallo (acua.rela sobre marfil, N° 572). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 573). Juan José Neira (óleo sobre marfil, N° 574). Francisco J. Matiz (óleo sobre marfil, NQ 575). Florentino González (óleo sobre marfil, N° 576). Luciano D`Elhuyart (acuarela sobre marfil, N" 577). José María Obando (óleo sobre marfil, Nº 578). Joaquín García (óleo sobre marfil, N° 579). Antonio Morales (acuarela sobre marfil, Nº 580). Rosita Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, N~' 581). Mercedes Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, Nº 582). Retrato de Sacerdote (óleo sobre marfil, N" 583). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 584). Coronel Miranda (acuarela sobre marfil, N" 585). Bárbara Sanmiguel de Espinosa (acuarela sobre marfil. N" 586). Retrato del Libertador (miniatura a la acuarela, N" 1157). Retrato de Francisco de P. Santander (acuarela sobre marfil, N° 1933). Su Autorretrato (acuarela sobre marfil, N" 1935).
Las caricaturas a la acuarela de: José María Espinsa (autocaricatura, N° 831). Almacén del "Gallo", sitio de reunión de los políticos bogotanos, José Joaquín Guerra, Caicedo, Samper v Montalvo (N° 832). Carlos Borda (Nº 833). Cabral Melo (N° 834). El Tuerto Buenaventura (Nº 835). Sinforoso Calvo (Nº 836). Leonidas Escarpeta (Nº 837). Florentino Vesga, Director del "Diario de Cundinamarca", en compañía de don Lino Ruiz (Nº 838). José Ignacio de Márquez (Nº 839). Pacho Soto Villamizar (N° 840). Escena jocosa: Florentino Vezga, Lino Ruiz y otros (Nº 841). García Hevia (Nº 842). Ramón Lotero (Nº 843). Menier Dovitine (N° 844). Anónimo (N° 845). Ambrosio López (N° 846). Ramón Pedreros (N° 847). Pepe Caicedo Rojas (Nº 848). Manzano (Nº 849). Ministro Chileno (Nº 850). Ortiz (Nº 851) Mateo Sandoval (Nº 852). Mr. Bon, profesor de inglés, en compañía de Medrano y un Turco (Nº 853). Lino Ruiz y Rafael Pombo ;Nº 854). Miguel Gutiérrez Nieto, apodado "Gurrumé" (Nº 855). Loca Benita (N° 856). Franciso de Paula Carrasquilla (N° 857).
Las acuarelas: Grupo del General Santander y Ovalle, 1860 (Nº 1917). Gonzalón (N° 1918). Antonio José Herrán, de pie (N° 1919). Ignacio García, de cubilete y capa (N" 1920). León Ortiz, a caballo (Nº 1921). Luis Azuero (Nº 1922). Salomón Sánchez de Fómeque (N° 1923). Grupo de Rodríguez y Mariaca, personajes típicos bogotanos de 1850 (Nº 1924). Loco Antioqueño (N° 1925). El Loco Perjuicios (N° 1926). El Loco Tamayo (Nº 1927). Tipo Melancólico (N° 1928). El doctor Arganil (Nº 1929). Autorretrato (Nº 1930). El General Santander, sentado, en vestido de civil (N° 1931).
Los dibujos: Liborio Mejía (Nº 1949). General Cabal (N° 1950). General Obando (N'º 1951). Atanasio Girardot (Nº 1952). Camilo Torres (Nº 1953). Rufino Cuervo (Nº 1954). General Maza (Nº 1955). Canónigo Antonio María Amézquita (Nº 1956). Miguel León (famoso artesano, N° 1957). Dama Santafereña (N° 1958). José María Galavíz (Nº 1959). Dibujos a Lápiz (Nos. 1960-1965). General Melo (Nº 1966). Cabeza (N° 1967). Botánico (Nº 1968). General Neira (N° 1969). Acevedo Tejada (Nº 1970). Estanislao Vergara (Nº 1971). José María Plata (Nº 1972). Cabeza (Nº 1973). Canónigo (Nº 1974). Diego Fernández Gómez (N° 1957).Estudio (Nos. 1189-1190, hay dos). Bertinelli (Nº 1191). Don Pastor Lozada (N° 1192). Limosnero Bogotano (N° 1193). El Chato Salas (Nº 1194). Personaje típico bogotano (Nº 1195). Don Roque Salas (Nº 1196). Doña María Prieto y Ricaurte, madre del artista (N° 1197). Don Mariano Espinosa de los Monteros, padre del artista (N° 1198). Eduardo Espinosa de los Monteros y Prieto (hermano del artista, N° 1199). Lucía Espinosa de los Monteros y Sanmiguel, hija del artista (Nº 1200). José María Espinosa Prieto y Ricaurte. autorretrato (N° 1201). Esquema explicativo de la vista panorámica de la ciudad de Cartagena (Nº 1202).
En la Pinacoteca de la Academia de Historia, hay los siguientes cuadros: Acción del Alto Palacé 1813; Acción de Pasto 1814; Acción de Juanambú 1814; Acción de Calibío 1814; Acción de Tacines 1814; Acción de Santa Lucía; Acción de la Cuchilla del Tambo 1816, y Autorretrato.
En la Quinta de Bolívar de Bogotá encontramos las siguientes obras: El autorretrato del artista cuando era joven. Miniatura en marfil del Libertador Simón Bolívar. Los dibujos de Camilo Torres, José María Cabal, Atanasio Girardot y José María Córdoba.
La batalla de Boyacá (se le atribuye).
En el Museo de la Universidad de Popayán existe un retrato de Bolívar con relicario de cabellos y un pedazo de camisa.
La Biblioteca Nacional guarda un álbum de dibujos de valor excepcional para el estudio de nuestra historia artística en el siglo XIX.
En el Museo del 20 de Julio se encuentran varios cuadros históricos y retratos de algunos héroes de la Independencia.
Además muchas personas particulares poseen obras suyas tales como: Las miniaturas de don Pedro Celestino Azuero; el Canónigo Rosillo y Meruelo; Francisco López Aldana, y Petra Contreras, que son propiedad del doctor Haracio Rodríguez Plata.
Las miniaturas del Arzobispo Mosquera; el Arzobispo Antonio Herrán; el Capitán Narciso Santander, y el retrato inconcluso de un niño, de propiedad de don Guillermo Hernández de Alba. También dibujó y litografió varios retratos para la litografía de Froilán Gómez y Beltrán. Entre
ellos figuraron las de don Rufino Cuervo y el del poeta José Eusebio Caro

CONCLUSIÓN
Establecer si hay o no creación artística en la colonia, implica tener en cuenta las posturas criticas que se han suscitado con la pintura de esta época. En este sentido, la pintura más allá de parecer un oficio de taller y la mera representación de imágenes religiosas, permite establecer que cada pintor imprimía en su obra un estilo propio. A pesar de estar inmerso en una época en donde la pintura seguía unos cánones impuestos por la Iglesia, en muchos casos rompe con el esquema reinante. No es posible juzgar la obra y el acto creativo del pintor por encontrarse sumergido en un tema “religioso” sin observar la calidad de la obra y el estilo que la identifican como única e irrepetible.
BIBLIOGRAFÍA
Revelaciones. Pintores de Santa fé en tiempos de la colonia. Museo de Arte Religioso. Bogotá. Febrero- Marzo de 1989.
TOVAR, Francisco Gil. Conquista Evangelización y Arte. EN: Arte Virreinal en Bogotá. Villegas Editores. Bogotá. 1987. p.p. 64-191
DOS SIGLOS DE ARTE COLONIAL.
ARTE Y NATURALEZA EN LA COLONIA.


NESTOR ALEJANDRO TARAZONA Y LIZ NAVARRO