LA COLONIA LOS FIGUEROA DEL SIGLO XVII
LIZ NAVARRO
NESTOR ALEJANDRO TARAZONA
ARTE COLONIAL
1. LA COLONIA
Denominamos época de la colonia a los siglos que nacieron durante 1550 y 1810, dominados por la presencia política y cultural de los españoles, que sin pensarlo revolucionaron las costumbres indígenas que hasta el momento dominaban a América,
Surge una nueva época en la cual los habitantes Americanos se ven obligados a cambiar mezclándose de esta forma con nuevas costumbres occidentales.
El fenómeno de colonización española tuvo como objetivo la apropiación de riquezas de nuestro territorio generando así un sistema de explotación, en donde las riquezas fueron extraídas brutalmente atentando con la vida de muchos que hasta el momento eran pobladores de América, realmente lo que sucedió fue un choque de culturas, por esta razón los indios se vieron obligados a tomar sus lanchas y combatir para así defender sus derechos, de esta así la historia colonial comenzó a tejer la historia colombiana.
Por esta época se construyeron casas y ranchos de estilo rustico español que constituyeron los primeros asentamientos en la ciudad. El área básica corresponde a la ciudad antigua con barrios tan tradicionales como lo es la perseverancia, barrio que aun vive y se encuentra en la cotidianidad de nuestra ciudad, las condiciones de vida eran precarias debido a que las viviendas eran en su mayoría tiendas que carecían de servicios públicos y calles adecuadas. La sociedad colonial se organizo en clases diferentes; clase alta conformada por ricos propietarios de tierras, descendentes de conquistadores esta aristocracia se vio afectada con los funcionarios que llegaron de España; los españoles menos afortunados constituyeron la clase media, conformada por artesanos y comerciantes y la clase baja en un nivel alto por mestizos e indígenas. El núcleo urbano surge del una relación directa con el campo.
La conquista y la posterior colonización provocaron gran destrucción material y humana sin embargo representan el origen de las modernas naciones de América, pues fue en estos siglos cuando se ocupo el territorio, también se crearon las bases de una nueva cultura combinándolas con influencias Europeas, Indígenas y Africanas; de ahí surgen al paso del tiempo los países independientes. La colonización de América no se desarrollo en una sola época ni tuvo las mismas características en todas partes, de esta forma concluimos un pequeño fragmento de lo que hoy en día es nuestra ciudad.
2. ARTE COLONIAL
“La Conquista y la colonización de la Nueva Granada fueron paralelas a la evangelización. Para esa evangelización las obras de pintura, escultura, orfebrería y otras artes fueron en un comienzo elementos de ayuda visual para la propagación de la fe. Apoyadas en el Concilio de Trento llegaron a convertirse en imágenes de culto y devoción en las que interesaba ante todo la eficacia y sinceridad religiosa para la evangelización. Con los conquistadores españoles, entraba el arte occidental” .
Es en este panorama comprendido entre el siglo XVI y el XVIII en la Nueva Granada, en donde se desarrolla las manifestaciones de la historia de la pintura colombiana. Es una época caracterizada por la evangelización, los virreyes neogranadinos y la exploración pictórica en el taller.
“La historia de la pintura colonial del Nuevo Reino es la historia de la pintura en Santa Fé. En algunas ciudades de provincia – Tunja, Popayán, Monpox, Cartagena de Indias-, ese ademán tuvo manifestaciones ciertamente importantes” . Pero en realidad la pintura tuvo su mayor desarrollo en Santa Fé bajo la influencia del arte Europeo que llegaba al territorio a través de láminas y gravados.
Por tal motivo, la pintura colonial carece del reflejo propio de ésta época. “Aquella pintura virreynal, monótona con frecuencia, reiterada en los temas, incapaz de ninguna audacia, no puede ofrecernos grafías suficientes para definirnos el medio , la época su ubicación en el territorio granadino”. Son estos argumentos sumados a críticas, lo que generan en la pintura granadina un especial estudio para establecer si en ella existe o no creación. Críticas como:
“Raras veces estos lienzos de encargo , trabajados en serie o con un explicable afán de lucro, testimonia algún interés estético, la búsqueda de algún problema plástico. Antes que el arte se acusa en ellos – y no se entienda esto en sentido, sin embargo, en un sentido peyorativo -, la mera artesanía.”
Pero no por aquellas críticas la pintura de la colonia pierde importancia, antes bien, permiten un mayor estudio y análisis de la expresión, cultura y pensamiento de esta época. Por otra parte, si bien es cierto que la pintura es un medio para otro fin, que un fin en si mismo; fue la ausencia de academias o escuelas, lo que llevó a los artistas de la colonia a buscar en los talleres de maestros granadinos, la posibilidad de desarrollar una técnica y un estilo propio que distan de las estampas y los grabados europeos.
A pesar de la sumisión a los códigos y normas eclesiales como:
“Prohibimos- decía en el Concilio Provincial de Santa Fé en 1774- de las imágenes de los santos, de sus pintura y esculturas- que las imágenes de Jesucristo, de María Santísima, de los ángeles, apóstoles, evangelistas y otros, se pinten, se esculpan en otro habito y forma que la que se ha acostumbrado en la iglesia católica desde su origen” .
los talleres y pintores de la época lograron realizar una gran producción pictórica que se conserva como reflejo del apostolado y evangelización propio de la Iglesia.
3. LA INFLUENCIA DEL ARTE ITALIANO
“El Renacimiento se manifestó, en España, desde principios del siglo XVI, a través de artistas “italianos” que trabajaron en este país y por los mismos “españoles” que fueron a la península Itálica, para formarse en las escuelas de los grandes maestros en Roma y Venecia. Los “españoles” tomaron de la “Italia Renacentista” la corrección de formas, el colorido y dejando otras ideas grecorromanas, supieron dar carácter propio a su arte, llevándolo a una nueva y rica manifestación en el siglo XVII”
Así es como aparecen en la colonia pintores como Medoro y Pozo.
3.1 ARGELINO MEDORO:
Nacido en Roma, había llegado a América en los últimos años del quinientos acompañado por el Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Trabajó no sólo en pintura sino en dorado de tallas. Después de trabajar en la Nueva Granada se traslado al Perú y por último regreso a Sevilla, España.
Sus lienzos se encuentran en Bogotá, Tunja, Cali y Buga. En sus obras se denota la preocupación especial por el orden compositivo de las figuras buscando composiciones más serenas que dramáticas y colores suaves dentro de lo natural.
“Medoro figura como introductor de aquella actitud estética italiana a caballo entre el renacimiento y el Barroco llamado Manierismo”
Sus obras: “Oración el huerto” 1587, Catedral de Tunja; “Descendimiento de la Cruz” y “Virgen antigua”.
Manierismo: movimiento anteclásico y antiburgués, desarrollado a lo largo del siglo XVI. Es el exponente de un siglo de desencanto europeo. Se caracteriza por una actitud radical antirenacentista. Es un conjunto de autores que sólo repetirían hasta la saciedad una “manera” de hacer determinada, sobre todo la de RAFAEL, MIGUEL ÁNGEL Y LEONARDO.
3.2 FRANCISCO DEL POZO (Francisco Puteus Medionalensis)
Introductor de ciertas formulas del Renacimiento Italiano, presas del espíritu manierista.
Se le conoce por una de sus obras: “La Virgen de la Candelaria” y que figura en la Iglesia del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, Boyacá.1597.
De él se conoce muy poco, se sabe que trabajó en Tunja y que nació en Milán en la segunda mitad del XVI.
4. LOS TALLERES
Un taller neogranadino se componía de un maestro pintor en ocasiones llamado oficial, quien dirigía el taller, conseguía los encargos, y se ocupaba de diseñar y crear la imágenes de los cuadros.
Después de los pintores seguían los aprendices oficiales, de mayor experiencia y más tiempo con el maestro.
Los jóvenes aprendices , ingresaban entre los ocho y los doce años con el fin de aprender el oficio. Sus padres celebraban un contrato con el maestro, en el cual el joven quedaba bajo su tutela. Durante el tiempo de aprendizaje, el pintor se comprometía a darle sustento, ropa, alimentación y atención médica; a cambio el muchacho se obligaba a ejecutar todos los oficios ordenados, incluso aquellos ajenos a la pintura.
4.1 EL TALLER DE LOS ACERO
Su padre el español de Zamora, Alonso Acero, se traslado de muy joven a Santa Fé, en donde contrajo matrimonio con Jerónima Gutiérrez, de quien tuvo once hijos. De sus hijos tres fueron pintores.
El más destacado de la familia como pintor fue “Antonio Acero de la Cruz” (1600-1667) Antonius Azero, Faciebat . Este bogotano fue el fundador del primer taller, en el que no solamente se formaron su hijo Antonio Acero Céspedes, sino también algunos aprendices como Ochoa y otros.
Murió en septiembre de 1667, dejando varias obras entre pinturas y esculturas.
Entre las obras de acero cabe mencionar las que hizo para el convento del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, con escenas relativas a la vida de San Agustín, que fueron ilustradas con octavas reales escritas por el mismo autor; la del Santuario de Monguí, que pinto junto con Bernardo, Jerónimo y Juan de Dios Acero; el retablo con la imagen de Santa Bárbara.
Octava real, (al pie de la Batalla de Monforte)
Vencida la herejía en argumentos
A batallas reduce su porfía,
Más Dios (cuya es la causa) mil portentos
Muestra en Monforte, porque en él confía;
Y Domingo con cristo infunde alientos
Sin quitar de sus labios a María,
Con que flechas y dardos no le tocan
Y en la efigie de Cristo se colocan.
La pintura de Acero de la Cruz es bastante ingenua y a veces muestra gran desorden en la composición. Tal como acontece en el óleo de Santo Domingo De Guzmán en la batalla de Monforte, 1651.(museo de Arte Colonial)
Al respecto menciona Gil Tovar: “el primer pintor Criollo, como bien dijo su primer comentarista don Lázaro María Girón, “nunca dejó de ser un fiel sectario de la antigua escuela; se amoldo sin embargo a lo moderno”. En efecto, la escasa obra conocida del santafereño es un resumen de inquietudes de la primera época colonial: recuerdos de Bizantinismo Medieval, que aún llegaban al medio mundo a través de estampas religiosas, se mezclan con ciertas imposiciones de las pinturas populares de América, y el claroscuro renacentista, seguramente aprendido de los cuadros de Medoro”.
Acero de la cruz fue entonces uno de los pintores de la primera etapa de la colonia que avanzaba hacia la influencia del Barroco.
4.2 LA INFLUENCIA DEL BARROCO “PHATOS”
El barroco es un estilo que desata las formas, atadas antes por la afición de las normas del Renacimiento, transformada en obsesión por el manierismo académico. A la composición equilibrada de los clásicos opone un desequilibrio formal. A las formas quietas y serenas opone las inquietas e inquietante, que parecen cambiar constantemente como si fueran fluidas.
De esta forma aparece toda la influencia Barroca en el “TALLER DE LOS FIGUEROA”
4.3 TALLER DE LOS FIGUEROA
Baltasar de Figueroa (El viejo): de Mariquita, Tolima, fue un pintor mediocre; transplantado a Santa fé en circunstancias difíciles, en condiciones económicas estrechas.
Gaspar de Figueroa(¿?- 1658): de Mariquita Tolima, No es un maestro excepcional. Rompe con el “manierismo” de angelino Medoro y Francisco del Pozo. Gaspar fue un pintor más intuitivo, más propio más seguro de lo que quiere. No siempre lo logra, pero tiene el merito indudable de abrir el camino a una nueva escuela de arte, en la cual habrán de trabajar y hacerse pintores, muchos nombres de valía”.
Su obra es religiosa, sus discípulos y los encargos, no son siempre suficientes para cubrir sus necesidades. Su hogar es numeroso.
Lleva una vida modesta que la refleja al morir.
Al morir en su testamento escribe humildemente:
Declaro que tengo a mi cargo algunas obras de mi oficio, de algunas personas, que las que así fueren y que las cantidades que por cuenta de ellos tengo recibidas y cuyas son, constará por memoria que queda en poder del dicho de mi hijo, el cual las acabe y las entregue a sus dueños, y cobre para sí lo que me restare debiendo por los conciertos.
Gaspar de Figueroa, dejó un excelente retrato, que puede aparecer como un de los mejores ejemplos de la pintura colonial. “Fray Cristóbal de Torres” Fundador del Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario. Es un retrato bien equilibrado y sereno.
La obra de Gaspar no fue muy original, pues la mayoría de sus obras, como la de los pintores de su época, fue inspirada en gravados que venían de España, con reproducciones de las obras de Zurbarán, Murillo y otros autores.
Al respecto comenta Gil Tovar:
“Es una pintura cerrada, todavía según sistema anterior a Leonardo Da Vinci, sus valores plásticos- en el sentido de más escultóricos- se imponen inmediatamente; y no porque Figueroa pertenezca a una reacción de lo plástico contra lo pictórico, cosa que suele ser frecuente y justificada en ciertas etapas, sino porque simplemente, no está a un en disposición de conocer el claroscuro puesto al servicio de la pintura con el objeto de “meter” a las figuras en un ambiente”.
A pesar de todo Gaspar de Figueroa tiene el mérito de haber fundado en Santa Fé un taller en el que se formaron los mejores artistas de la Nueva Granada entre los cuales figuraron sus hijos, Nicolás y Baltasar Vargas de Figueroa; Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos, Fray Gregorio Carballo de la Parra y Tomás Fernández de Heredia: también fue uno de los que se salieron de la temática religiosa para llevar a los lienzos retratos de Hernando Arias de Ugarte, fray Cristóbal de Torres y los de algunos donantes que aparecen al lado de su colección.
Baltasar de Vargas Figueroa: (¿?- 1667): Fue uno de los numerosos hijo de Gaspar y , aunque el único pintor, si el que hoy conocemos más ampliamente.
La obra de Baltasar de Vargas está influenciada por Zurbarán (pintor español de temática religiosa, caracterizado por el empleo del claro oscuro, el modelado riguroso y la representación realista; obras: La apoteosis de Santo Tomas de Aquino 1631, museo de Sevilla y la Visión del Beato Alfonso Rodríguez, 1631; entre otras). “ Los influjos del tenebrista Zurbarán, anteriores a los de Murillo y a los de Valdés Leal, son Tal vez, los más patentes entre los pintores americanos de la mitad del siglo XVII.
Gil Tovar menciona de Vargas Figueroa:
“En su medio, Vargas Figueroa quizás no pudo hacer más: hizo bastante con captar los efectismo del claro oscuro sin los rezagos que pueden verse es otros muchos pintores del continente. La colocación de algunas figuras en la penumbra para procurar un contra luz, es recurso Barroco que, a juzgar por la fecha de sus trabajos, parece que él lo usó primero en América”.
5. INFLUENCIA EN LOS PINTORES NEOGRANADINOS
Una gran parte de los lienzos procedían de España, de talleres Sevillanos y tratados con la técnica tenebrista del Barroco. Influencia de Zurbarán con un cuadro llamado “San Francisco” que guarda la Iglesia Bogotana del mismo nombre.
Las colecciones particular de Don Antonio Caballero y Góngora. “Quizás las pinturas españolas más nombradas fueron: “La Piedad” inspirado en el de Luis de Morales y “La inmaculada”. En cuanto a los italianos, una “Madona” de Sassoferato entre otras obras traídas por la orden franciscana a sus conventos de Tunja y Santa Fé.
Por otra parte el arte flamenco con un Bodegón y una cabeza de la virgen atribuida a Quintín Metsys, del Seminario Mayor de Bogotá.
Los pintores Quiteños también hicieron su aporte, especialmente en el Sur del territorio. No son obras de muy alta calidad, son de carácter popular y anónimas. Su mayor representante fue Miguel de Santiago (o de Vizuete, de Santiago era su padre adoptivo). En la Iglesia bogotana de San Francisco se conservan once grandes lienzos alegóricos de la virgen.
6. JOAQUÍN GUTIÉRREZ
Acerca de la procedencia del pintor, su familia y la fecha de nacimiento, no se tienen datos exactos, más se deduce que pertenece a la segunda década del siglo XVIII. Sus obras fueron realizadas hacia 1750. A su vez fue discípulo de Nicolás Banderas, seguidor de Arce y Ceballos.
“El pintor de los virreyes”, así es conocido este pintor que en sus comienzos pinta arte religioso, tomando la influencia de Arce y Cevallos. Ese influjo desaparece posteriormente al asimilar algo del nuevo estilo Rococó originado en Francia. (Rococó: es un arte de élite, refinado, laico, exquisito, donde el placer, la sensualidad, el amor, el erotismo y la mujer son protagonistas, preocupado por la vida mundana y alejado de cualquier ansia mística). Por ello es considerado como el principal precursor de esta tendencia pictórica en Colombia.
“No se ha logrado precisar cómo llegó a él la influencia y aprendizaje de las formas y características del rococó, aunque es lógico que el ascenso al trono de España de la dinastía borbónica francesa, al alborear el siglo XVIII, en reemplazo de la de los Austria, trajo cambios en la Península y en los dominios de América, de significación tanto ideológica como política, lo mismo que de comportamiento y costumbres, que se afrancesaron invadiéndolo todo”.
Las primeras pinturas conocidas de Gutiérrez son las veintiséis de la serie de la Vida de San Juan de Dios, contratada con él en 1750 por fray Juan Antonio de Guzmán para la iglesia consagrada al santo en Bogotá. Actualmente se encuentran en el museo de Arte Colonial.
Gutiérrez pinta alrededor de ochenta cuadros religiosos y otros tantos de retratos de Virreyes. Entre los que se encuentran:
Dos de los Marqueses de San Jorge; cinco a seis del Virrey Solis como fraile franciscano, y una larga lista de rectores del Colegio Mayor del Rosario y de San Bartolomé, oidores y miembros del capítulo metropolitano de Bogotá.
Entre los religiosos:
Santa Teresa pastora, La Sagrada Familia con San Juan Bautista y San Agustín, La Virgen y el Niño, Virgen de la Peña.
Sus obras se caracterizan por una extremada fineza y sobriedad en el trazo y en el detalle. Su obra ha sido criticada por ser dedicada a los virreyes por encargo dejándola supedita a la realización de un arte de élite y por que en sus comienzos se dedica también al arte religioso, tan criticado en los pintores de la Colonia.
7. JOSE CELESTINO FIGUEROA
S. XIX. Nació en Bogotá en el hogar del pintor Pedro José Figueroa.
Sus primeras lecciones de pintura las recibió junto con sus hermanos en el hogar de su padre.
Se dedicó a la enseñanza de dibujo y pintura en colegios y escuelas.
Fue profesor de la Academia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas. Allí tuvo como discípulo a Alberto Urdaneta.
En 1837 Pintó al óleo el retrato del Padre Francisco Margallo (hoy en el Museo Nacional, Nº.540). Participó en la exposición colectiva de 1841 con los siguientes retratos: Ignacio Herrera y el perfil del General Santander.
En 1841 Pintó el retrato de Juan Ignacio Galves. En 1848 Fue designado Jurado Calificador, junto con su hermano José Miguel, de la exposición de ese año. En 1886 Participó en la exposición con una pintura. religiosa titulada: "Dolorosa".
Murió en Bogotá el 23 de 1870, José Celestino Figueroa se dedicó casi por completo a la enseñanza de la pintura. También dejó interesantes retratos de los personajes sobresalientes de su época.
OBRAS
Retrato del Padre Francisco Margallo (Museo Nacional N" 540). Retrato del Mariscal Sucre. Retrato del Arzobispo Fernando Cuero y Caicedo (Convento de San Francisco. Bogotá). Retrato de Juan Ignacio Galves (propiedad de Luis Alberto Acuña)
8. JOSE MIGUEL FIGUEROA
S. XIX. Nació en Bogotá, en el hogar del pintor Pedro José Figueroa. Sus primeras lecciones de pintura las recibió de su padre. Fue profesor de dibujo de varios colegios y escuelas, tambièn de la Ácademia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas.
En 1837 pintó el retrato de Monseñor Cayetano Baluffi, e hizo una copia de Santa Filomena.
En 1842 pintó el retrato de Nicolás Cuervo Urisarri cuando era niño.
En 1843 pintó el retrato de don Javier Guerra de Mier.
En 1848 fue designado junto con su hermano, José Celestino, jurado calificador de la exposición de Arte. De este año son los retratos de los hijos de don Rufino Cuervo: Nicolás, Angel, Luis María, Antonio Basilio y Rufino José Cuervo y Urisarri.
En 1873 pintó un retrato del Libertador. inspirado en uno de los que había hecho su padre.
En 1874 Noviembre 24. Murió en Bogotá.
El pintor José Miguel, fue el mejor retratista de los hermanos. Según el crítico de arte, doctor Gabriel Giraldo Jaramillo "es ingenuo, sencillo y no escaso de gracia".
OBRAS
Retratos de los hijos de don Rufino Cuervo (arriba mencionados). El Señor de la Caña (Iglesia de Fontibón). Retrato del Libertador Simón Bolívar. Copia de Santa Filomena, en la Academia de Historia de Santander.
9. JOSE MARIA ESPINOSA PRIETO
Nació en Bogotá en 1796 en el hogar de don Mariano Espinosa de los Monteros y Mora y de doña María Prieto y Ricaurte.
Fue educado por sus abuelos quienes lo mantuvieron siempre dentro de un ambiente muy piadoso. Hizo sus estudios de primaria en la Escuela de doña Gertrudis Valenzuela, situada en la calle del Camarín del Carmen.
El 20 de julio de 1810 tomó parte activa en la Revolución que estalló en ese día, de la cual fue iniciador su cuñado, el santafereño Antonio Morales, quien en reyerta con el español Llorente acerbó los ánimos de los patriotas en contra de los españoles. Se alistó como cadete en el ejército centralista el 30 de mayo de 1811 .
Se Marchó con el ejército de Nariño y peleó en la batalla de Ventaquemada. Desde aquel momento fue el Abanderado de Nariño, a cuyo mando continuó peleando. Peleó en el Alto Palacé, con el rango de Alférez el 30 de Docoembre de 1813. también en la batalla de Calibío en enero 6 de 1814.
1814 - Peleó en Tasines y Ejidos de Pasto, en donde escapó milagrosamente de la muerte o de haber caído prisionero. En la huída tuvo que soportar muchas penalidades. Al caer el General Nariño en poder de los Realistas, el pintor continuó luchando a órdenes del General Cabal.
Perdió todo lo que poseía, en su huída de Pasto, y tuvo que acogerse a la generosidad de su tío don Camilo Torres.
También peleó en la Batalla de Palo, a órdenes del General Serviez. La victoria fue de los patriotas y gracias a ella se obtuvo la independencia de Cundinamarca.
Después de algunos meses de prisión obtuvo un pasaporte para viajar a la ciudad de La Plata, quedando de esta manera, y de milagro, libre. Para llegar allí, tuvo que atravesar la montaña de Hizno y después de 9 días de caminar por riscos, breñales, tembladales, lodazales y pantanos, se presentó a la primera autoridad de La Plata, don José María Céspedes.
1819 - Gracias a un indulto general concedido por el gobierno español pudo regresar a Bogotá, un poco antes de la Batalla de Boyacá. Después de la Independencia, Espinosa abandonó el ejército para dedicarse casi exclusivamente a la pintura, y no quiso tomar parte en las guerras civiles a pesar de habérsele ofrecido el título de Capitán.
En 1828 el 24 de septiembre 24. Pintó un retrato de Bolívar, el cual se ha considerado como uno de los mejores del Libertador. Este fue vendido al señor Márquez, Ministro Plenipotenciario de Venezuela. Bolívar en recompensa le ofreció un viaje a Italia, costeado por el Gobierno Nacional, para que se perfeccionara en pintura. Pero la conspiración de ese año impidió que Bolívar cumpliera su palabra.
Participó en la I Exposición Artística e Industrial de Bogotá 1841, con una miniatura del padre Francisco Margallo llevando una administración sacramental en una noche tempestuosa.
Expuso varias de sus obras en la Galería de la Casa Consistorialn el 20 de julio 1857. Entre ellas figuró el retrato de Policarpa Salavarrieta, cuadro que luego fue rifado por el artista.
Participa en la exposición organizada por el pintor mexicano don Felipe Santiago Gutiérrez el 20 Julio 1874.
En 1876 Publica sus "Memorias de un Abanderado," cuya narración encargó al escritor José Caicedo y Rojas. Allí relata con gran amenidad, los hechos históricos de Colombia ocurridos entre 1810 y 1819.
Mure en Bogotá el 24 de febrero de 1883.
La obra de Espinosa es abundante y variada. A él se le deben los retratos más fidedignos de Bolívar, Santander, Nariño, Ricaurte y otros héroes de nuestra Independencia. También pintó cuadros históricos con las batallas en las que él participó.
OBRAS
En el Museo Nacional se encuentran: los retratos de: Atanasio Girardot (Nº 340). Antonio Ricaurte (N° 341). Luciano D'Elhuyart (N° 342). José María Córdoba (N° 343). José María Caycedo y Vidal (Nº 505). Simón Bolívar (Nº 531). General Santander (N° 554).
Las miniaturas de: Simón Bolívar (acuarela sobre marfil, N° 568). General Santander (acuarela sobre marfil, Nº 569). Antonio Ricaurte (acuarela sobre marfil, N° 570). Atanasio Girardot (acuarela sobre marfil, N° 571). Francisco Margallo (acua.rela sobre marfil, N° 572). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 573). Juan José Neira (óleo sobre marfil, N° 574). Francisco J. Matiz (óleo sobre marfil, NQ 575). Florentino González (óleo sobre marfil, N° 576). Luciano D`Elhuyart (acuarela sobre marfil, N" 577). José María Obando (óleo sobre marfil, Nº 578). Joaquín García (óleo sobre marfil, N° 579). Antonio Morales (acuarela sobre marfil, Nº 580). Rosita Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, N~' 581). Mercedes Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, Nº 582). Retrato de Sacerdote (óleo sobre marfil, N" 583). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 584). Coronel Miranda (acuarela sobre marfil, N" 585). Bárbara Sanmiguel de Espinosa (acuarela sobre marfil. N" 586). Retrato del Libertador (miniatura a la acuarela, N" 1157). Retrato de Francisco de P. Santander (acuarela sobre marfil, N° 1933). Su Autorretrato (acuarela sobre marfil, N" 1935).
Las caricaturas a la acuarela de: José María Espinsa (autocaricatura, N° 831). Almacén del "Gallo", sitio de reunión de los políticos bogotanos, José Joaquín Guerra, Caicedo, Samper v Montalvo (N° 832). Carlos Borda (Nº 833). Cabral Melo (N° 834). El Tuerto Buenaventura (Nº 835). Sinforoso Calvo (Nº 836). Leonidas Escarpeta (Nº 837). Florentino Vesga, Director del "Diario de Cundinamarca", en compañía de don Lino Ruiz (Nº 838). José Ignacio de Márquez (Nº 839). Pacho Soto Villamizar (N° 840). Escena jocosa: Florentino Vezga, Lino Ruiz y otros (Nº 841). García Hevia (Nº 842). Ramón Lotero (Nº 843). Menier Dovitine (N° 844). Anónimo (N° 845). Ambrosio López (N° 846). Ramón Pedreros (N° 847). Pepe Caicedo Rojas (Nº 848). Manzano (Nº 849). Ministro Chileno (Nº 850). Ortiz (Nº 851) Mateo Sandoval (Nº 852). Mr. Bon, profesor de inglés, en compañía de Medrano y un Turco (Nº 853). Lino Ruiz y Rafael Pombo ;Nº 854). Miguel Gutiérrez Nieto, apodado "Gurrumé" (Nº 855). Loca Benita (N° 856). Franciso de Paula Carrasquilla (N° 857).
Las acuarelas: Grupo del General Santander y Ovalle, 1860 (Nº 1917). Gonzalón (N° 1918). Antonio José Herrán, de pie (N° 1919). Ignacio García, de cubilete y capa (N" 1920). León Ortiz, a caballo (Nº 1921). Luis Azuero (Nº 1922). Salomón Sánchez de Fómeque (N° 1923). Grupo de Rodríguez y Mariaca, personajes típicos bogotanos de 1850 (Nº 1924). Loco Antioqueño (N° 1925). El Loco Perjuicios (N° 1926). El Loco Tamayo (Nº 1927). Tipo Melancólico (N° 1928). El doctor Arganil (Nº 1929). Autorretrato (Nº 1930). El General Santander, sentado, en vestido de civil (N° 1931).
Los dibujos: Liborio Mejía (Nº 1949). General Cabal (N° 1950). General Obando (N'º 1951). Atanasio Girardot (Nº 1952). Camilo Torres (Nº 1953). Rufino Cuervo (Nº 1954). General Maza (Nº 1955). Canónigo Antonio María Amézquita (Nº 1956). Miguel León (famoso artesano, N° 1957). Dama Santafereña (N° 1958). José María Galavíz (Nº 1959). Dibujos a Lápiz (Nos. 1960-1965). General Melo (Nº 1966). Cabeza (N° 1967). Botánico (Nº 1968). General Neira (N° 1969). Acevedo Tejada (Nº 1970). Estanislao Vergara (Nº 1971). José María Plata (Nº 1972). Cabeza (Nº 1973). Canónigo (Nº 1974). Diego Fernández Gómez (N° 1957).Estudio (Nos. 1189-1190, hay dos). Bertinelli (Nº 1191). Don Pastor Lozada (N° 1192). Limosnero Bogotano (N° 1193). El Chato Salas (Nº 1194). Personaje típico bogotano (Nº 1195). Don Roque Salas (Nº 1196). Doña María Prieto y Ricaurte, madre del artista (N° 1197). Don Mariano Espinosa de los Monteros, padre del artista (N° 1198). Eduardo Espinosa de los Monteros y Prieto (hermano del artista, N° 1199). Lucía Espinosa de los Monteros y Sanmiguel, hija del artista (Nº 1200). José María Espinosa Prieto y Ricaurte. autorretrato (N° 1201). Esquema explicativo de la vista panorámica de la ciudad de Cartagena (Nº 1202).
En la Pinacoteca de la Academia de Historia, hay los siguientes cuadros: Acción del Alto Palacé 1813; Acción de Pasto 1814; Acción de Juanambú 1814; Acción de Calibío 1814; Acción de Tacines 1814; Acción de Santa Lucía; Acción de la Cuchilla del Tambo 1816, y Autorretrato.
En la Quinta de Bolívar de Bogotá encontramos las siguientes obras: El autorretrato del artista cuando era joven. Miniatura en marfil del Libertador Simón Bolívar. Los dibujos de Camilo Torres, José María Cabal, Atanasio Girardot y José María Córdoba.
La batalla de Boyacá (se le atribuye).
En el Museo de la Universidad de Popayán existe un retrato de Bolívar con relicario de cabellos y un pedazo de camisa.
La Biblioteca Nacional guarda un álbum de dibujos de valor excepcional para el estudio de nuestra historia artística en el siglo XIX.
En el Museo del 20 de Julio se encuentran varios cuadros históricos y retratos de algunos héroes de la Independencia.
Además muchas personas particulares poseen obras suyas tales como: Las miniaturas de don Pedro Celestino Azuero; el Canónigo Rosillo y Meruelo; Francisco López Aldana, y Petra Contreras, que son propiedad del doctor Haracio Rodríguez Plata.
Las miniaturas del Arzobispo Mosquera; el Arzobispo Antonio Herrán; el Capitán Narciso Santander, y el retrato inconcluso de un niño, de propiedad de don Guillermo Hernández de Alba. También dibujó y litografió varios retratos para la litografía de Froilán Gómez y Beltrán. Entre
ellos figuraron las de don Rufino Cuervo y el del poeta José Eusebio Caro
CONCLUSIÓN
Establecer si hay o no creación artística en la colonia, implica tener en cuenta las posturas criticas que se han suscitado con la pintura de esta época. En este sentido, la pintura más allá de parecer un oficio de taller y la mera representación de imágenes religiosas, permite establecer que cada pintor imprimía en su obra un estilo propio. A pesar de estar inmerso en una época en donde la pintura seguía unos cánones impuestos por la Iglesia, en muchos casos rompe con el esquema reinante. No es posible juzgar la obra y el acto creativo del pintor por encontrarse sumergido en un tema “religioso” sin observar la calidad de la obra y el estilo que la identifican como única e irrepetible.
BIBLIOGRAFÍA
Revelaciones. Pintores de Santa fé en tiempos de la colonia. Museo de Arte Religioso. Bogotá. Febrero- Marzo de 1989.
TOVAR, Francisco Gil. Conquista Evangelización y Arte. EN: Arte Virreinal en Bogotá. Villegas Editores. Bogotá. 1987. p.p. 64-191
DOS SIGLOS DE ARTE COLONIAL.
ARTE Y NATURALEZA EN LA COLONIA.
NESTOR ALEJANDRO TARAZONA Y LIZ NAVARRO
NESTOR ALEJANDRO TARAZONA
ARTE COLONIAL
1. LA COLONIA
Denominamos época de la colonia a los siglos que nacieron durante 1550 y 1810, dominados por la presencia política y cultural de los españoles, que sin pensarlo revolucionaron las costumbres indígenas que hasta el momento dominaban a América,
Surge una nueva época en la cual los habitantes Americanos se ven obligados a cambiar mezclándose de esta forma con nuevas costumbres occidentales.
El fenómeno de colonización española tuvo como objetivo la apropiación de riquezas de nuestro territorio generando así un sistema de explotación, en donde las riquezas fueron extraídas brutalmente atentando con la vida de muchos que hasta el momento eran pobladores de América, realmente lo que sucedió fue un choque de culturas, por esta razón los indios se vieron obligados a tomar sus lanchas y combatir para así defender sus derechos, de esta así la historia colonial comenzó a tejer la historia colombiana.
Por esta época se construyeron casas y ranchos de estilo rustico español que constituyeron los primeros asentamientos en la ciudad. El área básica corresponde a la ciudad antigua con barrios tan tradicionales como lo es la perseverancia, barrio que aun vive y se encuentra en la cotidianidad de nuestra ciudad, las condiciones de vida eran precarias debido a que las viviendas eran en su mayoría tiendas que carecían de servicios públicos y calles adecuadas. La sociedad colonial se organizo en clases diferentes; clase alta conformada por ricos propietarios de tierras, descendentes de conquistadores esta aristocracia se vio afectada con los funcionarios que llegaron de España; los españoles menos afortunados constituyeron la clase media, conformada por artesanos y comerciantes y la clase baja en un nivel alto por mestizos e indígenas. El núcleo urbano surge del una relación directa con el campo.
La conquista y la posterior colonización provocaron gran destrucción material y humana sin embargo representan el origen de las modernas naciones de América, pues fue en estos siglos cuando se ocupo el territorio, también se crearon las bases de una nueva cultura combinándolas con influencias Europeas, Indígenas y Africanas; de ahí surgen al paso del tiempo los países independientes. La colonización de América no se desarrollo en una sola época ni tuvo las mismas características en todas partes, de esta forma concluimos un pequeño fragmento de lo que hoy en día es nuestra ciudad.
2. ARTE COLONIAL
“La Conquista y la colonización de la Nueva Granada fueron paralelas a la evangelización. Para esa evangelización las obras de pintura, escultura, orfebrería y otras artes fueron en un comienzo elementos de ayuda visual para la propagación de la fe. Apoyadas en el Concilio de Trento llegaron a convertirse en imágenes de culto y devoción en las que interesaba ante todo la eficacia y sinceridad religiosa para la evangelización. Con los conquistadores españoles, entraba el arte occidental” .
Es en este panorama comprendido entre el siglo XVI y el XVIII en la Nueva Granada, en donde se desarrolla las manifestaciones de la historia de la pintura colombiana. Es una época caracterizada por la evangelización, los virreyes neogranadinos y la exploración pictórica en el taller.
“La historia de la pintura colonial del Nuevo Reino es la historia de la pintura en Santa Fé. En algunas ciudades de provincia – Tunja, Popayán, Monpox, Cartagena de Indias-, ese ademán tuvo manifestaciones ciertamente importantes” . Pero en realidad la pintura tuvo su mayor desarrollo en Santa Fé bajo la influencia del arte Europeo que llegaba al territorio a través de láminas y gravados.
Por tal motivo, la pintura colonial carece del reflejo propio de ésta época. “Aquella pintura virreynal, monótona con frecuencia, reiterada en los temas, incapaz de ninguna audacia, no puede ofrecernos grafías suficientes para definirnos el medio , la época su ubicación en el territorio granadino”. Son estos argumentos sumados a críticas, lo que generan en la pintura granadina un especial estudio para establecer si en ella existe o no creación. Críticas como:
“Raras veces estos lienzos de encargo , trabajados en serie o con un explicable afán de lucro, testimonia algún interés estético, la búsqueda de algún problema plástico. Antes que el arte se acusa en ellos – y no se entienda esto en sentido, sin embargo, en un sentido peyorativo -, la mera artesanía.”
Pero no por aquellas críticas la pintura de la colonia pierde importancia, antes bien, permiten un mayor estudio y análisis de la expresión, cultura y pensamiento de esta época. Por otra parte, si bien es cierto que la pintura es un medio para otro fin, que un fin en si mismo; fue la ausencia de academias o escuelas, lo que llevó a los artistas de la colonia a buscar en los talleres de maestros granadinos, la posibilidad de desarrollar una técnica y un estilo propio que distan de las estampas y los grabados europeos.
A pesar de la sumisión a los códigos y normas eclesiales como:
“Prohibimos- decía en el Concilio Provincial de Santa Fé en 1774- de las imágenes de los santos, de sus pintura y esculturas- que las imágenes de Jesucristo, de María Santísima, de los ángeles, apóstoles, evangelistas y otros, se pinten, se esculpan en otro habito y forma que la que se ha acostumbrado en la iglesia católica desde su origen” .
los talleres y pintores de la época lograron realizar una gran producción pictórica que se conserva como reflejo del apostolado y evangelización propio de la Iglesia.
3. LA INFLUENCIA DEL ARTE ITALIANO
“El Renacimiento se manifestó, en España, desde principios del siglo XVI, a través de artistas “italianos” que trabajaron en este país y por los mismos “españoles” que fueron a la península Itálica, para formarse en las escuelas de los grandes maestros en Roma y Venecia. Los “españoles” tomaron de la “Italia Renacentista” la corrección de formas, el colorido y dejando otras ideas grecorromanas, supieron dar carácter propio a su arte, llevándolo a una nueva y rica manifestación en el siglo XVII”
Así es como aparecen en la colonia pintores como Medoro y Pozo.
3.1 ARGELINO MEDORO:
Nacido en Roma, había llegado a América en los últimos años del quinientos acompañado por el Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Trabajó no sólo en pintura sino en dorado de tallas. Después de trabajar en la Nueva Granada se traslado al Perú y por último regreso a Sevilla, España.
Sus lienzos se encuentran en Bogotá, Tunja, Cali y Buga. En sus obras se denota la preocupación especial por el orden compositivo de las figuras buscando composiciones más serenas que dramáticas y colores suaves dentro de lo natural.
“Medoro figura como introductor de aquella actitud estética italiana a caballo entre el renacimiento y el Barroco llamado Manierismo”
Sus obras: “Oración el huerto” 1587, Catedral de Tunja; “Descendimiento de la Cruz” y “Virgen antigua”.
Manierismo: movimiento anteclásico y antiburgués, desarrollado a lo largo del siglo XVI. Es el exponente de un siglo de desencanto europeo. Se caracteriza por una actitud radical antirenacentista. Es un conjunto de autores que sólo repetirían hasta la saciedad una “manera” de hacer determinada, sobre todo la de RAFAEL, MIGUEL ÁNGEL Y LEONARDO.
3.2 FRANCISCO DEL POZO (Francisco Puteus Medionalensis)
Introductor de ciertas formulas del Renacimiento Italiano, presas del espíritu manierista.
Se le conoce por una de sus obras: “La Virgen de la Candelaria” y que figura en la Iglesia del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, Boyacá.1597.
De él se conoce muy poco, se sabe que trabajó en Tunja y que nació en Milán en la segunda mitad del XVI.
4. LOS TALLERES
Un taller neogranadino se componía de un maestro pintor en ocasiones llamado oficial, quien dirigía el taller, conseguía los encargos, y se ocupaba de diseñar y crear la imágenes de los cuadros.
Después de los pintores seguían los aprendices oficiales, de mayor experiencia y más tiempo con el maestro.
Los jóvenes aprendices , ingresaban entre los ocho y los doce años con el fin de aprender el oficio. Sus padres celebraban un contrato con el maestro, en el cual el joven quedaba bajo su tutela. Durante el tiempo de aprendizaje, el pintor se comprometía a darle sustento, ropa, alimentación y atención médica; a cambio el muchacho se obligaba a ejecutar todos los oficios ordenados, incluso aquellos ajenos a la pintura.
4.1 EL TALLER DE LOS ACERO
Su padre el español de Zamora, Alonso Acero, se traslado de muy joven a Santa Fé, en donde contrajo matrimonio con Jerónima Gutiérrez, de quien tuvo once hijos. De sus hijos tres fueron pintores.
El más destacado de la familia como pintor fue “Antonio Acero de la Cruz” (1600-1667) Antonius Azero, Faciebat . Este bogotano fue el fundador del primer taller, en el que no solamente se formaron su hijo Antonio Acero Céspedes, sino también algunos aprendices como Ochoa y otros.
Murió en septiembre de 1667, dejando varias obras entre pinturas y esculturas.
Entre las obras de acero cabe mencionar las que hizo para el convento del Desierto de la Candelaria, en Ráquira, con escenas relativas a la vida de San Agustín, que fueron ilustradas con octavas reales escritas por el mismo autor; la del Santuario de Monguí, que pinto junto con Bernardo, Jerónimo y Juan de Dios Acero; el retablo con la imagen de Santa Bárbara.
Octava real, (al pie de la Batalla de Monforte)
Vencida la herejía en argumentos
A batallas reduce su porfía,
Más Dios (cuya es la causa) mil portentos
Muestra en Monforte, porque en él confía;
Y Domingo con cristo infunde alientos
Sin quitar de sus labios a María,
Con que flechas y dardos no le tocan
Y en la efigie de Cristo se colocan.
La pintura de Acero de la Cruz es bastante ingenua y a veces muestra gran desorden en la composición. Tal como acontece en el óleo de Santo Domingo De Guzmán en la batalla de Monforte, 1651.(museo de Arte Colonial)
Al respecto menciona Gil Tovar: “el primer pintor Criollo, como bien dijo su primer comentarista don Lázaro María Girón, “nunca dejó de ser un fiel sectario de la antigua escuela; se amoldo sin embargo a lo moderno”. En efecto, la escasa obra conocida del santafereño es un resumen de inquietudes de la primera época colonial: recuerdos de Bizantinismo Medieval, que aún llegaban al medio mundo a través de estampas religiosas, se mezclan con ciertas imposiciones de las pinturas populares de América, y el claroscuro renacentista, seguramente aprendido de los cuadros de Medoro”.
Acero de la cruz fue entonces uno de los pintores de la primera etapa de la colonia que avanzaba hacia la influencia del Barroco.
4.2 LA INFLUENCIA DEL BARROCO “PHATOS”
El barroco es un estilo que desata las formas, atadas antes por la afición de las normas del Renacimiento, transformada en obsesión por el manierismo académico. A la composición equilibrada de los clásicos opone un desequilibrio formal. A las formas quietas y serenas opone las inquietas e inquietante, que parecen cambiar constantemente como si fueran fluidas.
De esta forma aparece toda la influencia Barroca en el “TALLER DE LOS FIGUEROA”
4.3 TALLER DE LOS FIGUEROA
Baltasar de Figueroa (El viejo): de Mariquita, Tolima, fue un pintor mediocre; transplantado a Santa fé en circunstancias difíciles, en condiciones económicas estrechas.
Gaspar de Figueroa(¿?- 1658): de Mariquita Tolima, No es un maestro excepcional. Rompe con el “manierismo” de angelino Medoro y Francisco del Pozo. Gaspar fue un pintor más intuitivo, más propio más seguro de lo que quiere. No siempre lo logra, pero tiene el merito indudable de abrir el camino a una nueva escuela de arte, en la cual habrán de trabajar y hacerse pintores, muchos nombres de valía”.
Su obra es religiosa, sus discípulos y los encargos, no son siempre suficientes para cubrir sus necesidades. Su hogar es numeroso.
Lleva una vida modesta que la refleja al morir.
Al morir en su testamento escribe humildemente:
Declaro que tengo a mi cargo algunas obras de mi oficio, de algunas personas, que las que así fueren y que las cantidades que por cuenta de ellos tengo recibidas y cuyas son, constará por memoria que queda en poder del dicho de mi hijo, el cual las acabe y las entregue a sus dueños, y cobre para sí lo que me restare debiendo por los conciertos.
Gaspar de Figueroa, dejó un excelente retrato, que puede aparecer como un de los mejores ejemplos de la pintura colonial. “Fray Cristóbal de Torres” Fundador del Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario. Es un retrato bien equilibrado y sereno.
La obra de Gaspar no fue muy original, pues la mayoría de sus obras, como la de los pintores de su época, fue inspirada en gravados que venían de España, con reproducciones de las obras de Zurbarán, Murillo y otros autores.
Al respecto comenta Gil Tovar:
“Es una pintura cerrada, todavía según sistema anterior a Leonardo Da Vinci, sus valores plásticos- en el sentido de más escultóricos- se imponen inmediatamente; y no porque Figueroa pertenezca a una reacción de lo plástico contra lo pictórico, cosa que suele ser frecuente y justificada en ciertas etapas, sino porque simplemente, no está a un en disposición de conocer el claroscuro puesto al servicio de la pintura con el objeto de “meter” a las figuras en un ambiente”.
A pesar de todo Gaspar de Figueroa tiene el mérito de haber fundado en Santa Fé un taller en el que se formaron los mejores artistas de la Nueva Granada entre los cuales figuraron sus hijos, Nicolás y Baltasar Vargas de Figueroa; Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos, Fray Gregorio Carballo de la Parra y Tomás Fernández de Heredia: también fue uno de los que se salieron de la temática religiosa para llevar a los lienzos retratos de Hernando Arias de Ugarte, fray Cristóbal de Torres y los de algunos donantes que aparecen al lado de su colección.
Baltasar de Vargas Figueroa: (¿?- 1667): Fue uno de los numerosos hijo de Gaspar y , aunque el único pintor, si el que hoy conocemos más ampliamente.
La obra de Baltasar de Vargas está influenciada por Zurbarán (pintor español de temática religiosa, caracterizado por el empleo del claro oscuro, el modelado riguroso y la representación realista; obras: La apoteosis de Santo Tomas de Aquino 1631, museo de Sevilla y la Visión del Beato Alfonso Rodríguez, 1631; entre otras). “ Los influjos del tenebrista Zurbarán, anteriores a los de Murillo y a los de Valdés Leal, son Tal vez, los más patentes entre los pintores americanos de la mitad del siglo XVII.
Gil Tovar menciona de Vargas Figueroa:
“En su medio, Vargas Figueroa quizás no pudo hacer más: hizo bastante con captar los efectismo del claro oscuro sin los rezagos que pueden verse es otros muchos pintores del continente. La colocación de algunas figuras en la penumbra para procurar un contra luz, es recurso Barroco que, a juzgar por la fecha de sus trabajos, parece que él lo usó primero en América”.
5. INFLUENCIA EN LOS PINTORES NEOGRANADINOS
Una gran parte de los lienzos procedían de España, de talleres Sevillanos y tratados con la técnica tenebrista del Barroco. Influencia de Zurbarán con un cuadro llamado “San Francisco” que guarda la Iglesia Bogotana del mismo nombre.
Las colecciones particular de Don Antonio Caballero y Góngora. “Quizás las pinturas españolas más nombradas fueron: “La Piedad” inspirado en el de Luis de Morales y “La inmaculada”. En cuanto a los italianos, una “Madona” de Sassoferato entre otras obras traídas por la orden franciscana a sus conventos de Tunja y Santa Fé.
Por otra parte el arte flamenco con un Bodegón y una cabeza de la virgen atribuida a Quintín Metsys, del Seminario Mayor de Bogotá.
Los pintores Quiteños también hicieron su aporte, especialmente en el Sur del territorio. No son obras de muy alta calidad, son de carácter popular y anónimas. Su mayor representante fue Miguel de Santiago (o de Vizuete, de Santiago era su padre adoptivo). En la Iglesia bogotana de San Francisco se conservan once grandes lienzos alegóricos de la virgen.
6. JOAQUÍN GUTIÉRREZ
Acerca de la procedencia del pintor, su familia y la fecha de nacimiento, no se tienen datos exactos, más se deduce que pertenece a la segunda década del siglo XVIII. Sus obras fueron realizadas hacia 1750. A su vez fue discípulo de Nicolás Banderas, seguidor de Arce y Ceballos.
“El pintor de los virreyes”, así es conocido este pintor que en sus comienzos pinta arte religioso, tomando la influencia de Arce y Cevallos. Ese influjo desaparece posteriormente al asimilar algo del nuevo estilo Rococó originado en Francia. (Rococó: es un arte de élite, refinado, laico, exquisito, donde el placer, la sensualidad, el amor, el erotismo y la mujer son protagonistas, preocupado por la vida mundana y alejado de cualquier ansia mística). Por ello es considerado como el principal precursor de esta tendencia pictórica en Colombia.
“No se ha logrado precisar cómo llegó a él la influencia y aprendizaje de las formas y características del rococó, aunque es lógico que el ascenso al trono de España de la dinastía borbónica francesa, al alborear el siglo XVIII, en reemplazo de la de los Austria, trajo cambios en la Península y en los dominios de América, de significación tanto ideológica como política, lo mismo que de comportamiento y costumbres, que se afrancesaron invadiéndolo todo”.
Las primeras pinturas conocidas de Gutiérrez son las veintiséis de la serie de la Vida de San Juan de Dios, contratada con él en 1750 por fray Juan Antonio de Guzmán para la iglesia consagrada al santo en Bogotá. Actualmente se encuentran en el museo de Arte Colonial.
Gutiérrez pinta alrededor de ochenta cuadros religiosos y otros tantos de retratos de Virreyes. Entre los que se encuentran:
Dos de los Marqueses de San Jorge; cinco a seis del Virrey Solis como fraile franciscano, y una larga lista de rectores del Colegio Mayor del Rosario y de San Bartolomé, oidores y miembros del capítulo metropolitano de Bogotá.
Entre los religiosos:
Santa Teresa pastora, La Sagrada Familia con San Juan Bautista y San Agustín, La Virgen y el Niño, Virgen de la Peña.
Sus obras se caracterizan por una extremada fineza y sobriedad en el trazo y en el detalle. Su obra ha sido criticada por ser dedicada a los virreyes por encargo dejándola supedita a la realización de un arte de élite y por que en sus comienzos se dedica también al arte religioso, tan criticado en los pintores de la Colonia.
7. JOSE CELESTINO FIGUEROA
S. XIX. Nació en Bogotá en el hogar del pintor Pedro José Figueroa.
Sus primeras lecciones de pintura las recibió junto con sus hermanos en el hogar de su padre.
Se dedicó a la enseñanza de dibujo y pintura en colegios y escuelas.
Fue profesor de la Academia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas. Allí tuvo como discípulo a Alberto Urdaneta.
En 1837 Pintó al óleo el retrato del Padre Francisco Margallo (hoy en el Museo Nacional, Nº.540). Participó en la exposición colectiva de 1841 con los siguientes retratos: Ignacio Herrera y el perfil del General Santander.
En 1841 Pintó el retrato de Juan Ignacio Galves. En 1848 Fue designado Jurado Calificador, junto con su hermano José Miguel, de la exposición de ese año. En 1886 Participó en la exposición con una pintura. religiosa titulada: "Dolorosa".
Murió en Bogotá el 23 de 1870, José Celestino Figueroa se dedicó casi por completo a la enseñanza de la pintura. También dejó interesantes retratos de los personajes sobresalientes de su época.
OBRAS
Retrato del Padre Francisco Margallo (Museo Nacional N" 540). Retrato del Mariscal Sucre. Retrato del Arzobispo Fernando Cuero y Caicedo (Convento de San Francisco. Bogotá). Retrato de Juan Ignacio Galves (propiedad de Luis Alberto Acuña)
8. JOSE MIGUEL FIGUEROA
S. XIX. Nació en Bogotá, en el hogar del pintor Pedro José Figueroa. Sus primeras lecciones de pintura las recibió de su padre. Fue profesor de dibujo de varios colegios y escuelas, tambièn de la Ácademia Mutis que fundara don José Caicedo y Rojas.
En 1837 pintó el retrato de Monseñor Cayetano Baluffi, e hizo una copia de Santa Filomena.
En 1842 pintó el retrato de Nicolás Cuervo Urisarri cuando era niño.
En 1843 pintó el retrato de don Javier Guerra de Mier.
En 1848 fue designado junto con su hermano, José Celestino, jurado calificador de la exposición de Arte. De este año son los retratos de los hijos de don Rufino Cuervo: Nicolás, Angel, Luis María, Antonio Basilio y Rufino José Cuervo y Urisarri.
En 1873 pintó un retrato del Libertador. inspirado en uno de los que había hecho su padre.
En 1874 Noviembre 24. Murió en Bogotá.
El pintor José Miguel, fue el mejor retratista de los hermanos. Según el crítico de arte, doctor Gabriel Giraldo Jaramillo "es ingenuo, sencillo y no escaso de gracia".
OBRAS
Retratos de los hijos de don Rufino Cuervo (arriba mencionados). El Señor de la Caña (Iglesia de Fontibón). Retrato del Libertador Simón Bolívar. Copia de Santa Filomena, en la Academia de Historia de Santander.
9. JOSE MARIA ESPINOSA PRIETO
Nació en Bogotá en 1796 en el hogar de don Mariano Espinosa de los Monteros y Mora y de doña María Prieto y Ricaurte.
Fue educado por sus abuelos quienes lo mantuvieron siempre dentro de un ambiente muy piadoso. Hizo sus estudios de primaria en la Escuela de doña Gertrudis Valenzuela, situada en la calle del Camarín del Carmen.
El 20 de julio de 1810 tomó parte activa en la Revolución que estalló en ese día, de la cual fue iniciador su cuñado, el santafereño Antonio Morales, quien en reyerta con el español Llorente acerbó los ánimos de los patriotas en contra de los españoles. Se alistó como cadete en el ejército centralista el 30 de mayo de 1811 .
Se Marchó con el ejército de Nariño y peleó en la batalla de Ventaquemada. Desde aquel momento fue el Abanderado de Nariño, a cuyo mando continuó peleando. Peleó en el Alto Palacé, con el rango de Alférez el 30 de Docoembre de 1813. también en la batalla de Calibío en enero 6 de 1814.
1814 - Peleó en Tasines y Ejidos de Pasto, en donde escapó milagrosamente de la muerte o de haber caído prisionero. En la huída tuvo que soportar muchas penalidades. Al caer el General Nariño en poder de los Realistas, el pintor continuó luchando a órdenes del General Cabal.
Perdió todo lo que poseía, en su huída de Pasto, y tuvo que acogerse a la generosidad de su tío don Camilo Torres.
También peleó en la Batalla de Palo, a órdenes del General Serviez. La victoria fue de los patriotas y gracias a ella se obtuvo la independencia de Cundinamarca.
Después de algunos meses de prisión obtuvo un pasaporte para viajar a la ciudad de La Plata, quedando de esta manera, y de milagro, libre. Para llegar allí, tuvo que atravesar la montaña de Hizno y después de 9 días de caminar por riscos, breñales, tembladales, lodazales y pantanos, se presentó a la primera autoridad de La Plata, don José María Céspedes.
1819 - Gracias a un indulto general concedido por el gobierno español pudo regresar a Bogotá, un poco antes de la Batalla de Boyacá. Después de la Independencia, Espinosa abandonó el ejército para dedicarse casi exclusivamente a la pintura, y no quiso tomar parte en las guerras civiles a pesar de habérsele ofrecido el título de Capitán.
En 1828 el 24 de septiembre 24. Pintó un retrato de Bolívar, el cual se ha considerado como uno de los mejores del Libertador. Este fue vendido al señor Márquez, Ministro Plenipotenciario de Venezuela. Bolívar en recompensa le ofreció un viaje a Italia, costeado por el Gobierno Nacional, para que se perfeccionara en pintura. Pero la conspiración de ese año impidió que Bolívar cumpliera su palabra.
Participó en la I Exposición Artística e Industrial de Bogotá 1841, con una miniatura del padre Francisco Margallo llevando una administración sacramental en una noche tempestuosa.
Expuso varias de sus obras en la Galería de la Casa Consistorialn el 20 de julio 1857. Entre ellas figuró el retrato de Policarpa Salavarrieta, cuadro que luego fue rifado por el artista.
Participa en la exposición organizada por el pintor mexicano don Felipe Santiago Gutiérrez el 20 Julio 1874.
En 1876 Publica sus "Memorias de un Abanderado," cuya narración encargó al escritor José Caicedo y Rojas. Allí relata con gran amenidad, los hechos históricos de Colombia ocurridos entre 1810 y 1819.
Mure en Bogotá el 24 de febrero de 1883.
La obra de Espinosa es abundante y variada. A él se le deben los retratos más fidedignos de Bolívar, Santander, Nariño, Ricaurte y otros héroes de nuestra Independencia. También pintó cuadros históricos con las batallas en las que él participó.
OBRAS
En el Museo Nacional se encuentran: los retratos de: Atanasio Girardot (Nº 340). Antonio Ricaurte (N° 341). Luciano D'Elhuyart (N° 342). José María Córdoba (N° 343). José María Caycedo y Vidal (Nº 505). Simón Bolívar (Nº 531). General Santander (N° 554).
Las miniaturas de: Simón Bolívar (acuarela sobre marfil, N° 568). General Santander (acuarela sobre marfil, Nº 569). Antonio Ricaurte (acuarela sobre marfil, N° 570). Atanasio Girardot (acuarela sobre marfil, N° 571). Francisco Margallo (acua.rela sobre marfil, N° 572). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 573). Juan José Neira (óleo sobre marfil, N° 574). Francisco J. Matiz (óleo sobre marfil, NQ 575). Florentino González (óleo sobre marfil, N° 576). Luciano D`Elhuyart (acuarela sobre marfil, N" 577). José María Obando (óleo sobre marfil, Nº 578). Joaquín García (óleo sobre marfil, N° 579). Antonio Morales (acuarela sobre marfil, Nº 580). Rosita Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, N~' 581). Mercedes Torrijos Ricaurte (acuarela sobre marfil, Nº 582). Retrato de Sacerdote (óleo sobre marfil, N" 583). Arzobispo Mosquera (acuarela sobre marfil, N° 584). Coronel Miranda (acuarela sobre marfil, N" 585). Bárbara Sanmiguel de Espinosa (acuarela sobre marfil. N" 586). Retrato del Libertador (miniatura a la acuarela, N" 1157). Retrato de Francisco de P. Santander (acuarela sobre marfil, N° 1933). Su Autorretrato (acuarela sobre marfil, N" 1935).
Las caricaturas a la acuarela de: José María Espinsa (autocaricatura, N° 831). Almacén del "Gallo", sitio de reunión de los políticos bogotanos, José Joaquín Guerra, Caicedo, Samper v Montalvo (N° 832). Carlos Borda (Nº 833). Cabral Melo (N° 834). El Tuerto Buenaventura (Nº 835). Sinforoso Calvo (Nº 836). Leonidas Escarpeta (Nº 837). Florentino Vesga, Director del "Diario de Cundinamarca", en compañía de don Lino Ruiz (Nº 838). José Ignacio de Márquez (Nº 839). Pacho Soto Villamizar (N° 840). Escena jocosa: Florentino Vezga, Lino Ruiz y otros (Nº 841). García Hevia (Nº 842). Ramón Lotero (Nº 843). Menier Dovitine (N° 844). Anónimo (N° 845). Ambrosio López (N° 846). Ramón Pedreros (N° 847). Pepe Caicedo Rojas (Nº 848). Manzano (Nº 849). Ministro Chileno (Nº 850). Ortiz (Nº 851) Mateo Sandoval (Nº 852). Mr. Bon, profesor de inglés, en compañía de Medrano y un Turco (Nº 853). Lino Ruiz y Rafael Pombo ;Nº 854). Miguel Gutiérrez Nieto, apodado "Gurrumé" (Nº 855). Loca Benita (N° 856). Franciso de Paula Carrasquilla (N° 857).
Las acuarelas: Grupo del General Santander y Ovalle, 1860 (Nº 1917). Gonzalón (N° 1918). Antonio José Herrán, de pie (N° 1919). Ignacio García, de cubilete y capa (N" 1920). León Ortiz, a caballo (Nº 1921). Luis Azuero (Nº 1922). Salomón Sánchez de Fómeque (N° 1923). Grupo de Rodríguez y Mariaca, personajes típicos bogotanos de 1850 (Nº 1924). Loco Antioqueño (N° 1925). El Loco Perjuicios (N° 1926). El Loco Tamayo (Nº 1927). Tipo Melancólico (N° 1928). El doctor Arganil (Nº 1929). Autorretrato (Nº 1930). El General Santander, sentado, en vestido de civil (N° 1931).
Los dibujos: Liborio Mejía (Nº 1949). General Cabal (N° 1950). General Obando (N'º 1951). Atanasio Girardot (Nº 1952). Camilo Torres (Nº 1953). Rufino Cuervo (Nº 1954). General Maza (Nº 1955). Canónigo Antonio María Amézquita (Nº 1956). Miguel León (famoso artesano, N° 1957). Dama Santafereña (N° 1958). José María Galavíz (Nº 1959). Dibujos a Lápiz (Nos. 1960-1965). General Melo (Nº 1966). Cabeza (N° 1967). Botánico (Nº 1968). General Neira (N° 1969). Acevedo Tejada (Nº 1970). Estanislao Vergara (Nº 1971). José María Plata (Nº 1972). Cabeza (Nº 1973). Canónigo (Nº 1974). Diego Fernández Gómez (N° 1957).Estudio (Nos. 1189-1190, hay dos). Bertinelli (Nº 1191). Don Pastor Lozada (N° 1192). Limosnero Bogotano (N° 1193). El Chato Salas (Nº 1194). Personaje típico bogotano (Nº 1195). Don Roque Salas (Nº 1196). Doña María Prieto y Ricaurte, madre del artista (N° 1197). Don Mariano Espinosa de los Monteros, padre del artista (N° 1198). Eduardo Espinosa de los Monteros y Prieto (hermano del artista, N° 1199). Lucía Espinosa de los Monteros y Sanmiguel, hija del artista (Nº 1200). José María Espinosa Prieto y Ricaurte. autorretrato (N° 1201). Esquema explicativo de la vista panorámica de la ciudad de Cartagena (Nº 1202).
En la Pinacoteca de la Academia de Historia, hay los siguientes cuadros: Acción del Alto Palacé 1813; Acción de Pasto 1814; Acción de Juanambú 1814; Acción de Calibío 1814; Acción de Tacines 1814; Acción de Santa Lucía; Acción de la Cuchilla del Tambo 1816, y Autorretrato.
En la Quinta de Bolívar de Bogotá encontramos las siguientes obras: El autorretrato del artista cuando era joven. Miniatura en marfil del Libertador Simón Bolívar. Los dibujos de Camilo Torres, José María Cabal, Atanasio Girardot y José María Córdoba.
La batalla de Boyacá (se le atribuye).
En el Museo de la Universidad de Popayán existe un retrato de Bolívar con relicario de cabellos y un pedazo de camisa.
La Biblioteca Nacional guarda un álbum de dibujos de valor excepcional para el estudio de nuestra historia artística en el siglo XIX.
En el Museo del 20 de Julio se encuentran varios cuadros históricos y retratos de algunos héroes de la Independencia.
Además muchas personas particulares poseen obras suyas tales como: Las miniaturas de don Pedro Celestino Azuero; el Canónigo Rosillo y Meruelo; Francisco López Aldana, y Petra Contreras, que son propiedad del doctor Haracio Rodríguez Plata.
Las miniaturas del Arzobispo Mosquera; el Arzobispo Antonio Herrán; el Capitán Narciso Santander, y el retrato inconcluso de un niño, de propiedad de don Guillermo Hernández de Alba. También dibujó y litografió varios retratos para la litografía de Froilán Gómez y Beltrán. Entre
ellos figuraron las de don Rufino Cuervo y el del poeta José Eusebio Caro
CONCLUSIÓN
Establecer si hay o no creación artística en la colonia, implica tener en cuenta las posturas criticas que se han suscitado con la pintura de esta época. En este sentido, la pintura más allá de parecer un oficio de taller y la mera representación de imágenes religiosas, permite establecer que cada pintor imprimía en su obra un estilo propio. A pesar de estar inmerso en una época en donde la pintura seguía unos cánones impuestos por la Iglesia, en muchos casos rompe con el esquema reinante. No es posible juzgar la obra y el acto creativo del pintor por encontrarse sumergido en un tema “religioso” sin observar la calidad de la obra y el estilo que la identifican como única e irrepetible.
BIBLIOGRAFÍA
Revelaciones. Pintores de Santa fé en tiempos de la colonia. Museo de Arte Religioso. Bogotá. Febrero- Marzo de 1989.
TOVAR, Francisco Gil. Conquista Evangelización y Arte. EN: Arte Virreinal en Bogotá. Villegas Editores. Bogotá. 1987. p.p. 64-191
DOS SIGLOS DE ARTE COLONIAL.
ARTE Y NATURALEZA EN LA COLONIA.
NESTOR ALEJANDRO TARAZONA Y LIZ NAVARRO
1 Comments:
el articulo ofrece datos interesantes. Pero no posee buena redacción, esta mal citado, facilmente se podria acusar como plagio ya que no hace uso adecuado de referencias o fuentes de información.
Solo eso ofrece nombres y datos curiosos tomados sin ninguna rigurosidad. Parece un trabajo de consulta interesante pero que dada la presentacion no ofrece confiabilidad.
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